Las reservas del yacimiento no convencional fueron descontadas. Todavía el campo no es “viable”. Hoy se consumen más reservas de las que reponen
La poderosa apuesta de YPF no está dando los resultados anhelados. La empresa estatal está desandando las expectativas y los números oficializados hasta hace muy poco tiempo sobre el megayacimiento de petróleo y gas no convencional Vaca Muerta (shale oil y shale gas), que se extiende en la provincia de Neuquén. La formación dejó de ser computada por la compañía como reservorio.
Dicho en criollo, hoy por hoy no existen reservas comprobadas en ese campo debido a que todavía no es proyecto económicamente “viable”. Ésa es una de las principales explicaciones de la caída que están registrando las reservas de hidrocarburos –y que prácticamente no están siendo reemplazadas– de la petrolera que dirige hace poco más de un año Miguel Galuccio, luego de la expropiación del 51% a Repsol.
Según un informe interno de YPF, al que El Cronista tuvo acceso, el índice de reemplazo de reservas (es decir, por cada barril que se produce, cuántos se incorporan) registró un fuerte descenso entre 2011 y 2012, y su tendencia también da cuenta de un camino hacia la baja.
Siguiendo los números que manejan los técnicos de las empresa, el año pasado el total de reservas de hidrocarburos –entre las “comprobadas” y las “probables y posibles”– finalizaron en 1.395 mboe (millones de barriles equivalentes en petróleo, por sus siglas en inglés). En el 2011, la cifra fue de 1.543 millones de boe, es decir casi un 10% más. Pero no sólo eso, sino que el índice de reemplazo, que estaba por encima del 100% en 2011 (en concreto, en 112%), en 2012 se ubicó en 86%. El declive cristaliza un hecho incipiente pero preocupante: se están consumiendo reservas pero los trabajos exploratorios que YPF está llevando a cabo no alcanzan para reponerlas.
Este indicador, según explicaron especialistas del sector a este medio, es “clave” y es “lo que define intrínsecamente” a una petrolera, “su poder de fuego”. Si bien, vale remarcar que los tiempos de producción son más rápidos que los de exploración, por el momento, en lo que va del año, la tendencia de que se consume más de lo que se reemplaza parecería profundizarse. Mientras en el primer trimestre de 2012 el índice se ubicaba en 14%, para el mismo período de 2013 arrojó un 8%. No obstante, si sólo se mide las reservas de petróleo, el índice está por encima del 100%, aunque en una proporción ajustada.
Marcha atrás
En noviembre de 2011, YPF –por entonces bajo la órbita de Repsol– anunció que las reservas probadas en Vaca Muerta podían estimarse en torno a 927 millones de barriles equivalentes de petróleo, de los cuales 741 millones correspondían a petróleo y el resto, a gas.
En febrero de 2012, las autoridades de la firma elevaron la estimación a 22.807 millones de barriles. Sin embargo, una auditoría externa posterior desestimó esos datos.
YPF reconoció oficialmente parte de ese recorte en el último informe anual elevado en abril pasado a la Securities and Exchange Commission (SEC, por sus siglas en inglés), conocido como el F20 con los resultados y el balance de la petrolera correspondiente al año 2012. En el documento, YPF admitió “una reducción de 25 millones de barriles de petróleo equivalente del reservorio no convencional Vaca Muerta como resultado de la incorporación de nueva
información de acuerdo con el comportamiento del proyecto, al tiempo que sigue para ejecutar el proyecto piloto”.
A su vez, informaron que “debido a la revisión de los estudios de desarrollo de proyectos, aproximadamente el 12 MMbpce de reservas probadas no desarrolladas se descontaron, sobre todo en la formación Lotena, Loma La Lata campo”.
Pero más allá de los barriles “tachados” de Vaca Muerta, lo cierto es que existió un auxilio cardinal para que las reservas de YPF no fueran menores el año pasado.
En noviembre, el gobierno de Santa Cruz resolvió extender –en un proceso de llamativa celeridad– las concesiones hidrocarburíferas que YPF tenía en numerosas áreas de esa provincia por 25 años. Esto permitió a la compañía aumentar sus reservas.
Consultados por El Cronista, en YPF explicaron que “en 2012 la empresa priorizó la ejecución del Plan de Alto Impacto primera fase del Plan Estratégico presentado en agosto de ese año, cuyo objetivo primordial era revertir la tendencia declinante de la producción exhibida durante los últimos años”.
“Como es natural, se espera que el relanzamiento de la actividad exploratoria iniciado en la segunda mitad de 2012 comience a reflejarse en reservas adicionales a medida que maduren los distintos proyectos en cartera”, señalaron fuentes de la petrolera. En esta línea, las tres acciones más importantes que están llevando a cabo en la empresa es la de mantener los campos en producción existentes, como pueden ser la reparación y estimulación de pozos existentes, perforación de pozos “infill”, mejoras extractivas y recuperación secundaria. A su vez, están incorporando pozos de avanzada y los exploratorios y desarrollando la explotación de los reservorios no convencionales. De todas formas, en YPF explicaron que “la recomposición del stock de reservas de YPF no es un proceso que pueda exhibir resultados inmediatos”.