Ante los pobres resultados obtenidos hasta el momento, el Gobierno estudia nuevas medidas para estimular el ingreso de dólares. Entre ellas, propuso a algunas firmas suscribir a los Cedin o Baade a cambio de destrabar compras al exterior
La exteriorización de fondos impulsada por el Gobierno se desarrolla de forma lenta: la semana pasada sumó un millón de dólares, mientras la meta para un plazo de tres meses es conseguir entre 2.000 millones y 4.000 millones de dólares.
En el mejor de los casos, sería similar al resultado del anterior blanqueo (si bien desde el exterior sólo habían ingresado u$s700 millones). En este marco, se supo que el Ejecutivo ya analiza más opciones para estimular el blanqueo de dinero no declarado así como la repatriación de capitales.
Según informa el diario El Cronista, varios empresarios recibieron en los últimos días una propuesta del Gobierno: suscribir al Cedin para destrabar las importaciones. Esta sugerencia le permitiría a las compañías liquidar sus dólares (declarados o no) en torno a los $8 y no a los $5,41 del mercado oficial, lo que podría resultar un estímulo para las firmas.
Ocurre que hasta ahora, las empresas que traen dólares al país con la finalidad de inyectar dinero en su negocio, deben venderlos al tipo de cambio oficial, que es de $5,41. La falta de atractivo de esta operatoria frente al valor del dólar en el mercado libre, que es de casi $8, habría impactado negativamente en la decisión de muchas compañías, que optaron por no repatriar capital.
Es que además se suma que no sólo debían liquidar exportaciones a $5,41, sino que también tienen dificultades para girar una parte de esos dividendos al exterior, añade el matutino. Asimismo, las firmas que necesitan importar maquinaria o insumos, también deben enfrentar problemas, ya que usualmente la autorización de las importaciones es restringida por Guillermo Moreno, como una forma de preservar el superávit de la balanza comercial y evitar una mayor fuga de dólares.
Además de esta nueva propuesta, otra iniciativa que tiene en estudio el equipo económico de la presidente Cristina Kirchner es empujar a empresas, cooperativas, fondos comunes de inversión y aseguradoras a trocar acciones, bonos o divisas depositadas en el exterior por el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Energético (BAADE) a fin de lograr una colocación “compulsiva”.