El gobierno busca revertir la pobre performance del blanqueo de capitales; ayer emitieron u$s 477.000 en CEDIN
En el marco del blanqueo de capitales que puso en marcha desde el 1 de julio pasado, el Gobierno tiene depositada su última esperanza en una medida que debutará hoy: una suerte de pagaré emitido en dólares, que podrá adquirirse también en pesos en el mercado secundario, y que lleva el nombre de Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE). El experimento buscará ser una alternativa más atractiva para el sistema que el ya conocido CEDIN, el primero de los instrumentos que fue lanzado para canalizar las inversiones en el mercado inmobiliario. Y por la misma razón, bastante más efectivo para domesticar el precio que alcanzó el dólar en el mercado cambiario paralelo.
La expectativa oficial: que las personas jurídicas (especialmente las medianas y grandes compañías que quieran blanquear capital no registrado) se inclinen finalmente por este título público, porque tendrá la ventaja de que podrá ser incluido en los estados contables y engrosar así el patrimonio neto de las compañías.
El Gobierno busca de esta manera mejorar la floja performance que empezaron a mostrar los CEDIN desde el 1 de julio hasta hoy. Por estos instrumentos por ahora sólo ingresaron u$s 5.209.000 de los u$s 4.000 millones que aún espera reunir en los próximos meses. A este monto se llegó luego de que, ayer, en los bancos Comafi, Citi y Nación se suscribieran otros u$s 477.000 (ver infografía). En el Banco Central -que conduce Mercedes Marcó del Pont- advierten que este tipo de programas muestra buenos resultados sobre el final del plazo establecido. Hasta el momento, el organismo sólo liquidó dólares por el 20% de los CEDIN que emitió (unos u$s 868.000).
El nuevo BAADE, en cambio, tendrá una versión cartular y una registral. Las dos podrán ser emitidas en la forma de pagaré, como el resto de los títulos públicos en circulación. Según se precisó, tendrá vencimiento en 2016 y liquidará un interés semestral del 2% del capital exteriorizado. En Economía consideran que será útil para los grandes contribuyentes nacionales, especialmente para quienes tienen que declarar grandes volúmenes de dinero y ya tienen tenencias en deuda pública soberana de otras emisiones. Este tipo de activos, además, no está gravado con el Impuesto a las Ganancias, y podrá ser vendido después en un nuevo mercado secundario que, como con el CEDIN, el Gobierno quiere crear lo más rápido posible.
Sólo por este instrumento, el Gobierno tiene previsto obtener no menos de u$s 2.000 millones. El destino ya está pensado: avanzar en la infraestructura energética de los sectores de electricidad y gas, lo que puede incluir -por ejemplo- sacar del default a las empresas de servicio eléctrico (Edenor y Edesur) y apoyar el desembarco oficial sobre Metrogas. El propio Lorenzino dijo, además, que el dinero deberá alcanzar para algunas obras de infraestructura que hoy tienen dificultades para acceder al financiamiento por la falta de créditos externos y la imposibilidad de emitir deuda voluntaria.
El BAADE podrá ser comercializado por cualquier banco en su versión registral, y sólo por el Nación en la colocación de la cartular.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=697742