El consumo de energía alcanzó ayer el pico desde febrero con 22.533 MW. El Gobierno pidió a empresas con contratos firmes que reduzcan al máximo la demanda del fluido
La demanda de gas y de energía eléctrica alcanzó ayer un nuevo récord impulsada por las bajísimas temperaturas que desde el domingo azotan al país. En este contexto, y como es habitual todos los inviernos, el Gobierno comenzó a exigirle a las empresas que restrinjan al máximo el consumo del fluido y lo reemplacen, en la medida de lo posible, por combustibles líquidos.
En los casos de las empresas que poseen el servicio de gas “interrumpible” tienen cortado el suministro de acuerdo a las previsiones de despacho previstas para los picos invernales.
“Están en pleno acatamiento”, enfatizó el interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), Antonio Pronsato. El consumo residencial totalizó anteayer los 92,5 millones de metros cúbicos y superó el récord de demanda para un domingo.
A su vez, en un día en el que en Capital Federal la sensación térmica cayó hasta 1,8 grados bajo cero por la mañana y no superó los 7 grados en toda la jornada, la demanda de energía marcó ayer otro récord al alcanzar a las 19:50 los 22.533 MW, según informó el Ministerio de Planificación Federal. El pico anterior había sido, por la ola de calor, el 1º de febrero pasado. Por su parte, las distribuidoras de energía eléctrica del área metropolitana Edesur y Edenor informaron que ayer superaron el récord histórico de potencia de energía en sus respectivas áreas de concesión.
Edenor precisó que marcó su pico a las 11.30 con 4.488,5 megavatios y, más tarde, 4.505 MW. El récord anterior había sido el 6 de junio de 2012, con 4.452,7 MW. Por su parte, Edesur afirmó que a raíz de la ola polar ayer se produjo un récord histórico de consumo en su área, con 3.742 MW. Es el consumo más alto desde el inicio de la concesión.
Según informó Planificación, “producto de la ola de frío polar que abarca todo el país se vuelve a superar el récord de potencia”. “El sistema opera con normalidad y cuenta con una reserva adicional de al menos 2 mil megavatios”, aclaró la cartera que dirige Julio de Vido.
Cortes
Para no afectar el consumo residencial, las empresas son las primeras en recibir el impacto de la creciente demanda y la imposibilidad de abastecerla en su totalidad. Son afectadas esencialmente con el suministro de gas, con cortes en los casos en los que tienen contratos interrumpibles, y con reducción al máximo en los que poseen contratos en firme ante la necesidad de utilizar el gas de manera continua.
En empresas de distintos rubros, como el automotriz, petroquímico y siderúrgico, precisaron que durante el fin de semana, pero fundamentalmente ayer, recibieron llamados de funcionarios de Planificación Federal para pedirles “colaboración” para que reduzcan lo más posible el consumo de gas.
Lo confirmaron desde la UIA y cámaras provinciales como la Unión Industrial de Córdoba (UIC), aunque en ambas indicaron que las empresas ya están habituadas a esta realidad y toman sus precauciones. Al mismo tiempo, una fuente oficial confirmó a este diario el pedido de colaboración a las compañías. Las empresas en algunos casos, aprovechan el momento más crudo del invierno para realizar paradas de mantenimiento, como es el caso hoy de Dow y de Profertil, mientras que en otros reemplazan el gas por combustibles líquidos.
“Los sectores más afectados son el petroquímico y el siderúrgico, que tienen un uso intensivo del gas, pero lo que hacen las empresas es adelantar producción para marzo o abril previendo los cortes”, dijeron en la UIA.
En el caso de Profertil, tienen la planta de Bahía Blanca paralizada desde el 1º de julio hasta el 31 por obras de mantenimiento y con una obra que le permitirá incrementar la producción de urea granulada con un 30% de ahorro energético. El gas es materia prima para la firma, pero no se están viendo afectados porque planificaron esta parada. En Dow ocurrió algo similar, ya que desde el 2007 que se vienen preparando para esta situación y responden organizando paradas rotativas de sus seis plantas industriales, por lo que la reducción del suministro no les afecta la producción.