Una fuerte corrección bajista en los precios de la soja en Estados Unidos encendió aquí luces de alerta: las exportaciones sojeras explican 25% de las ventas al exterior. Desde principios de la semana, la soja disponible en aquel país (representada en la posición agosto en Chicago) perdió US$ 60 por tonelada, más del 10%, y cayó por debajo de los US$ 500. Sin embargo aquí, donde los productores guardan una buena porción de la cosecha, no se sintió todavía ese cimbronazo.
En el mercado local, los valores de la soja se conservan en los rangos de principios de este mes. El precio que le interesa al Gobierno es el FOB de exportación: ayer cerró a US$ 515, US$ 10 por debajo del valor con que comenzó julio. Y el precio que le interesa a los chacareros, descontadas las retenciones, tampoco varió tanto: bajó de 321 a 315,5 dólares en Rosario.
Por eso todavía nadie salió corriendo a vender la soja que tiene en su poder, algo más de 20 millones de toneladas, cerca del 40% de la cosecha. Aunque hay preocupación por una baja internacional, los chacareros siguen más pendientes de una posible corrección cambiaria tras las elecciones. Tampoco apuran la venta a causa del cepo.
La fuerte baja de la soja norteamericana tiene más que ver con la inminente llegada al mercado de la nueva cosecha. También preocuparon la cancelación de algunos negocios con China. Pero desde hace tiempo que, a excepción de la soja “vieja”, el poroto cotiza por debajo de US$ 500. Ayer en Chicago la posición mayo 2014, que marca el ingreso de la próxima cosecha argentina, cerró a US$ 452 y retrocedió 2,4%, aunque está como a principios de mes.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/agronegocios/baja-soja-todavia-impacto-Argentina_0_962903753.html