El último día de agosto el stock de letras superó esa barrera psicológica. Creció 60% en un año, mientras que las reservas que las respaldan subieron 58% en el mismo plazo
El esfuerzo que hace el Banco Central (BCRA) por absorber los pesos que el Tesoro necesita para cubrir sus gastos y el mercado no demanda alcanzó el mes pasado un nuevo mojón: el stock de Lebac superó el billón de pesos. La cifra, que equivale al 120% de la base monetaria, fue atravesada en medio de la renovada dureza de la política monetaria que conduce Federico Sturzenegger en un esfuerzo por llevar a la inflación de este año lo más cerca posible de la meta de no más del 17% y tratar de hacer más alcanzable la del 10% para 2018.
El stock de Lebac cruzó la barrera del billón el 31 de agosto pasado y el 1´ de septiembre, último dato oficial disponible, alcanzó los $ 1,005 billón, nuevo récord nominal histórico.
En los últimos 30 días, en los que Sturzenegger reforzó el trabajo de la entidad en el mercado secundario de Lebac para elevar las tasas de las letras de más largo plazo, descomprimir los vencimientos en los plazos más cortos y volver aún más restrictiva a la política monetaria, el stock de letras creció a paso acelerado. Con un salto del 6,7% pasó de $ 941.653 millones a su nivel actual en sólo un mes.
En términos interanuales, mientras tanto, el stock de letras con las que el BCRA regula la masa monetaria saltó 60,6%. Hace un año alcanzaba los $ 625.885 millones.
«El stock crece, pero al menos crece con compra de reservas y con financiamiento al fisco, que de otra manera sumaría más deuda», dijo Gabriel Zelpo de la consultora Elypsis.
Argumento habitual en la entidad de la calle Reconquista, al crecimiento de los pasivos por el esfuerzo esterilizador hay que contraponerle el aumento del activo, las reservas.
Medidas en dólares, las reservas crecieron 58% en los últimos doce meses y 5,5% en los últimos 30 días, en línea con el crecimiento en pesos del stock de Lebac. Pero a eso hay que agregar que el dólar, la moneda en la que están nominadas las reservas, subió 15% frente al peso argentino en el último año.
Por otro lado, el crecimiento del stock de Lebac en el último mes vino de la mano de un cambio en la composición de vencimientos. «El 90% del aumento del stock de Lebac, por mercado secundario, fue a plazos mayores a 60 días con una gran concentración (el 29%) en el plazo a mayo 2018», escribió ayer Marcelo Elbaum de Allaria Ledesma en un informe para sus clientes. Mientras que en la última licitación de Lebac el 52% de las suscripciones se concentró en la letra más corta, en el próximo vencimiento el peso del primer tramo ya cayó al 48% del stock total.
«La política contractiva del BCRA nunca se detuvo, nos acostumbramos a licitaciones primarias expansivas para la base monetaria pero que reducen el stock de Lebac combinadas con operaciones en el mercado secundario que son contractivas para el stock y expansivas para la base monetaria», resumió Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma. «No me gusta hablar de bola de nieve, creo que el stock de Lebac es una prueba del esfuerzo del BCRA por sacar los pesos que tiene que emitir para comprarle los dólares de deuda al Tesoro, además de los excesos heredados. Todo el mundo sabe que no es sostenible en el largo plazo, como el atraso cambiario o el ritmo de endeudamiento del Tesoro, pero en el corto plazo compra el tiempo suficiente como para hacer las reformas de fondo que eliminen el déficit y la inflación», agregó.