Cuenta la historia que, a la hora de diseñar su "criatura", Guillermo Moreno buscó dotar al Certificado de Depósito para la Inversión (Cedin) de dos virtudes: reactivar el mercado inmobiliario metropolitano y frenar la sangría de reservas del Banco Central (BCRA).
Pero, sobre todo, quiso plantearle dura competencia al dólar paralelo, al convertir al Cedin, mediante su negociación bursátil, en una cuasi moneda verde (hasta pintaron el certificado de ese color con ese propósito).
Ese objetivo se ve lejano: el instrumento no sólo no logró generar un mercado secundario con el que soñaba el Gobierno, sino que, además, las apariciones de sus ofertas de compra en los paneles de la Bolsa porteña (puntapié inicial para que algún cambio de manos se concrete) son cada vez más esporádicas y los interesados en vender ralean, pese a que los precios ofrecidos mejoraron 12,66% para la variante "no aplicada" y 8,2% para la "aplicada".
"No aparecen vendedores y la mayoría de los compradores que ofertaron fueron «inducidos» a hacerlo, en especial en los últimos días, porque la idea era que alguna operación se concretara antes del acto del aniversario de la Bolsa", explicó un agente, que observó que esta parálisis se sostiene a pesar de que los últimos ofrecimientos están 23% por encima del valor de $ 6,50, que Moreno procuró instalar para inducir al dólar paralelo a converger hacia ese nivel.
Aludía así a los $ 8 por cada Cedin que registraron las pizarras como oferta. Claro que, en el caso de los no aplicados, fue un valor que se alcanzó el último lunes (no hubo nuevas ofertas desde allí), mientras que los aplicados no registran pedidos de compra desde hace 11 ruedas de negocios (la última fue el día 17), tal vez porque quienes hasta ahora lo aceptaron como moneda de pago demoraron poco y nada en pedirles a los bancos que se los convierta en dólares palpables.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1606356-cumplio-un-mes-pero-no-pudo-suplir-al-dolar