Según la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión, el número de clientes creció 72% en 2017: de 235.000 a 405.000, lo que representa 170.000 cuentas nuevas en los primeros siete meses del año.
Hay quienes hablan de la Lebacmanía, mientras otros se refieren a la Lebaquización. Lo cierto es que el boom de las Lebac provocó que muchos minoristas aprovecharan los fondos de inversión de los bancos y sociedades de bolsa que invierten en estas letras, de modo de tener liquidez inmediata y ahorrar en comisiones.
Según la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión (CAFCI), el número de clientes creció 72% en 2017: de 235.000 a 405.000, lo que representa 170.000 cuentas nuevas en los primeros siete meses del año. Si se toman en cuenta los 140 días hábiles, significa que más de 1200 personas abren una nueva cuenta comitente por día.
La política de estabilización del BCRA y la fluidez de la Lebac han contribuido al desarrollo del mercado inversor. A julio de 2014, aproximadamente 100.000 personas físicas poseían cuentas, y el monto total invertido superaba los $ 6000 millones.
A julio de 2017, el número asciende a 360.000 individuos y a $ 102.000 millones. En cuanto a las cuentas de personas jurídicas (empresas), también se registra una amplia diferencia en los montos invertidos: de $ 92.000 millones a casi $ 500.000 millones.
En total, la suma de montos de todas las cuentas resulta de casi $ 100.000 millones para mediados de 2014 y asciende a cerca de $ 500.000 millones en la actualidad.
El porcentaje de individuos respecto al total de inversiones se ha modificado: de 2014 a 2017 se ha incrementado de un 6,5% a un 20,7%, mientras que el de empresas ha pasado de representar un 93,5% a un 79,3%, según la CAFCI.
«Un factor importante en el crecimiento de inversores en fondos es que la Argentina tiene tasas de interés reales positivas por primera vez en muchos años», advierte Pablo Albina, Country Head Argentina de Schroders.
La experiencia de otros países de la región muestra un importante crecimiento de la industria de fondos comunes cuando se mantienen tasas reales positivas en el tiempo. «Notamos que esta tendencia se está consolidando y que hay un nuevo segmento que quiere invertir en nuevas alternativas como fondos de dinero, fondos de renta fija, fondos de acciones, Lebac y futuros», completa Albina.
Cambio cultural
A su entender, en la Argentina hay un cambio cultural que implica a toda una generación que busca nuevas oportunidades de inversión para mantener su capacidad de compra. Hasta hace cinco años, la mayoría de las personas apostaba por inversiones básicas como plazos fijos, dólares o ladrillos. Sucesivas situaciones de mercado han influido en la posibilidad de desarrollo de alternativas de inversión más sofisticadas.
Otro cambio fundamental que se está dando en la actualidad es la irrupción de la tecnología como disparador de nuevas formas de invertir.
Existe un cambio de paradigma en el que las redes sociales, webs especializadas y las plataformas han generado una democratización de la información de mercado disponible para el público en general. En cuanto a las inversiones, cada vez resulta más sencillo poder acceder a productos de inversión que antes solo estaban reservados para pocos.
Sin embargo, todavía el nivel de penetración de los FCI es bajo, con lo cual en Schroders estiman que la industria se podría fácilmente duplicar para 2020. Destacan que el crecimiento de esta industria ha sido rápido en los países que la han fomentado como Brasil.
«Argentina tiene las tasas de interés local más altas de los mercados emergentes. El potencial de ganancias es alto si el BCRA controla la inflación y se estabiliza la demanda de dinero», concluye Albina.