Mientras las cuevas amigas del Gobierno informaron un precio de $ 8,56, las grandes operaciones mayoristas se pactaron a $ 8,76, con picos de $ 8,82. Por otro lado, el “dólar green” que venden los arbolitos a los ahorristas minoristas araña los $ 9. Por los controles, se desdobla aún más el mercado cambiario
Si usted cree que podrá comprar dólares a $ 8,56, tal como informan que cerró la divisa las cuevas amigas del gobierno, mejor siéntese y respire hondo, porque estará totalmente equivocado.
Le damos la bienvenida a participar en un nuevo mercado: el “blue del blue”. Una cosa es el “blue informado” por las financieras ligadas al oficialismo a $ 8,56, y otra totalmente distinta es el precio real al que se efectuaron las transacciones, que marcó un “blue operado” de $ 8,76, que llego a picos de $ 8,82, siempre si se habla de grandes operaciones de los mayoristas.
Si el ahorrista que quiere dolarizar sus pesos es un novato en el ambiente y decide emprender una caminata por Florida para testear los precios del “dólar green” que venden los arbolitos, lo ideal para conseguir buen precio es ir de lunes a viernes en horario bancario. Allí se topará con una realidad aún más cara, ya que deberá pagar casi $ 9 para reemplazar los Rocas de su billetera por los codiciados billetes con la cara de Franklin Delano Roosevelt. Al fin y al cabo, quizás sea mejor tener en el bolsillo la figura de un presidente que se destacó en la lucha contra la pobreza antes que a otro recordado por el genocidio mapuche.
¿Cómo se forma el precio del dólar? El blue es un mercado informal y actúa a través de quienes tienen cuentas bancarias fuera del país para operar en dólares. Las grandes operaciones, salvo casos de dinero sucio, no se realizan con efectivo, sino mediante transferencias bancarias.
Las operaciones con efectivo en general tienen su origen en el pequeño ahorrista y en los turistas, de manera que los precios se van fijando según el flujo de oferentes y demandantes y las mesas de dinero son las que prestan el servicio, como mediadores entre quienes actúan como mayoristas para recibir los excedentes y dar liquidez al mercado de demandantes.
De esta manera, resulta muy complicado poder establecer los precios uniformes del cierre diario, máxime cuando no existe un mercado amplio y profundo como actualmente sucede en la Argentina. Las operaciones de compra y venta se van realizando con un spread (diferencia entre las puntas) suficiente para no perder plata y los cambistas se mueven en consecuencia, aunque los precios finales siempre los fija el mayorista.
Seguramente, por eso, el valor que sale a la luz reflejaría sólo el tipo de cambio del mercado más líquido, que es el minorista, y no el del las grandes operaciones. “Además, por razones obvias, no les conviene que trasciendan los verdaderos precios a los que se está transando en el mercado paralelo, de modo de poder tener un diferencial a su favor, tanto a la hora de comprar dólares como de venderlos”, especula un conocedor en detalle de las mesas de dinero de la City porteña.
¿Cuál es una de las estrategias que utiliza el gobierno para frenar el blue? Secar el mercado de pesos. Dan la orden a los bancos de no pagar los cheques de montos altos de las cooperativas, con el pretexto que no tienen todo el efectivo, sino que deben pedirlo y demorará hasta el día siguiente, ya que varias cuevas tienen su giro diario a partir de esos valores que cobran. Según relatan los principales actores de la plaza financiera, otro método que suelen llevar a cabo desde el gobierno es pedirle a los bancos que, una vez que paguen esos cheques, lo hagan con billetes chicos, no mayores a $ 50, para dificultar así las operaciones cambiarias.