El titular del Central reconoció que hay una brecha entre las metas de inflación fijadas por la entidad y las expectativas del mercado. Además, destacó que el proceso de desinflación continuó en el tercer trimestre, aunque a un ritmo menor al que hubiera sido consistente con sus objetivos.
A la luz del mal dato de inflación de septiembre, el presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, reconoció ayer: «Tenemos un gap de credibilidad porque nuestra meta para el año que viene es 10% y el mercado está esperando 15,8%. Nuestra meta es 5% para 2019 y el mercado está esperando 11%… Así que quiere decir que tenemos que trabajar más y mejor para hacer esa convergencia de expectativas». De todos modos, enfatizó que «la credibilidad del BCRA surge de que actúa con consistencia para afrontar el problema que enfrenta».
En la conferencia de prensa donde presentó el último Informe de Política Monetaria, el titular del BCRA aseguró que la meta de 10% (+/- 2 puntos) para 2018 es de cumplimiento factible y dijo que la política monetaria no responde espasmódicamente a un número puntual, sino que interpreta el proceso de desinflación.
En ese sentido, el funcionario presentó un gráfico de inflación promedio en los primeros tres trimestres de 2017 y apuntó: «Ha habido un proceso de desinflación que ha continuado de manera sostenida durante todo el año. Quizá la última caída no es la que nosotros hubiéramos querido pero definitivamente es una tendencia a la desinflación».
Al momento de explicar los motivos por los cuales ya se sobrepasó el techo de 17% de la meta, Sturzenegger recordó que la inflación subió entre febrero y abril como consecuencia de un excesivo relajamiento de la política monetaria a fines de 2016 y señaló que la entidad ya había anticipado esta suba que, «también obedece a la reversión de las tarifas que se produjo en agosto del año pasado». Con respecto a la inflación interanual, que ya está en 23,8%, funcionario agregó que «aumenta porque pasó algo bastante excepcional en el tercer trimestre del año pasado».
Más allá del dato de septiembre, Sturzenegger se mostró preocupado por la resistencia de la inflación núcleo y admitió que le «está costando bajarla». Sin embargo, afirmó que en el promedio del tercer trimestre cayó a 1,6%, luego de cuatro trimestres consecutivos en los que había promediado 1,7%. «No perdamos de vista que la inflación núcleo de los últimos 3 meses se ubica en los valores más bajos que hemos visto en mucho tiempo y nosotros pensamos que ésta es una tendencia que sigue», argumentó.
Finalmente, el presidente del BCRA destacó dos cuestiones sobre la desaceleración de los precios. Por un lado, se refirió al impacto del aumento de tarifas: «Este proceso de desinflación se produce a pesar de que sistemáticamente los precios de los regulados están creciendo por encima del nivel general». Por otra parte, resaltó el bajo traspaso de la suba del tipo de cambio a precios: «Nos ha sorprendido la velocidad con la cual se ha desacoplado la dinámica de los precios del tipo de cambio. Ese desacople es muy natural en los países que tienen regímenes de tipo de cambio flotante con metas de inflación».