• Aumentó casi 10% en 45 días.
• Hay inquietud por el pago de u$s 6.000 millones.
• Informe del Citigroup evalúa default.
El Boden 2015 se transformó en el bono argentino favorito de los inversores. No sólo tuvo un rendimiento espectacular en el último mes y medio, sino que además la favorable cotización de este título contrastó con una fuerte caída que sufrió la mayoría de los bonos de mercados emergentes, afectados por la suba de la tasa norteamericana a diez años. Este título acaba de tocar los u$s 96 en Wall Street, su mayor valor en casi un año y medio, pero justo en el mejor momento aparecieron dudas entre especialistas, que alertan por la relación "riesgo-beneficio" que ofrece el papel. Sólo desde fines de junio el rebote supera el 9%, mientras que desde los mínimos de octubre del año pasado supera el 22%. El problema es que el vencimiento final asciende a nada menos que u$s 5.800 millones, pero además se paga el cupón semestral de interés (3,5%), por lo que el monto final que el Gobierno deberá enfrentar con reservas supera los u$s 6.000 millones.
Este título ofrece una serie de atractivos para los inversores, que fueron los que impulsaron la suba en las últimas semanas:
* Un corto plazo de vencimiento, ya que la amortización total del capital cae el 3 de octubre de 2015, y los intereses se pagan en forma semestral.
* Al estar emitido con legislación local, los futuros pagos de interés y de capital que efectúe el Gobierno no corren peligro de embargo. Esto lo diferencia de otros bonos emitidos con legislación neoyorquina, como el Global 2017, que sí están pendientes de lo que suceda en el juicio con los fondos buitre.
* El rendimiento que ofrece este bono resulta excepcional, tanto desde el punto de vista de la comparación regional como del plazo reducido que le queda para su vencimiento. A fines de junio, aún rendía más del 14% anual en dólares. Tras el reciente rally, su rendimiento cayó al 10,7%, que aún representa una tasa excepcional, pero no tan alta como la de hace un par de meses atrás.
El recorrido del Boden 2015 resultó tan favorable que incluso muchos fondos de inversión internacionales decidieron incorporarlos en su cartera cuando hasta hace poco tiempo se mostraban reacios a realizar apuestas de este tipo. Pero el elevado pago de cupón semestral resulta atractivo en relación con el flojo comportamiento que muestra la renta fija a lo largo de 2013.
Sin embargo, en el mejor momento de este título, aparecieron los nubarrones. El reciente informe de Citigroup, que firman en conjunto Jeffrey Williams y Guillermo Mondino, plantea dudas concretas en relación con este bono: sugiere que la caída de reservas hasta el momento del pago será de tal magnitud que no se puede descartar que el Gobierno opte por defaultear este título. "Una de las opciones es que el Gobierno opte por pagar en pesos al tipo de cambio oficial al momento del vencimiento", señalan.
La pregunta es casi más filosófica que técnica. Se trata del último gran pago de deuda que tiene por delante el Gobierno antes de dejar el poder. Resulta difícil pensar que el kirchnerismo aceptará dejar el poder con un default similar al decretado por Adolfo Rodríguez Saá en diciembre de 2001. Al contrario, tanto Néstor como Cristina de Kirchner siempre fueron duros críticos de aquella decisión.
"El preocupante descenso de las reservas que sufre el Banco Central -continúa el trabajo- aumenta los riesgos de los bonos emitidos con ley local, especialmente el Boden 2015 y el Bonar 2017. Si bien nuestro escenario base no es que se vaya a una reestructuración, la posibilidad de que esto suceda se va incrementando". Según los cálculos de Citigroup, como las chances de que suceda una reestructuración de la deuda emitido con ley local es del 37,5%, el Boden 2015 no debería tener un valor mayor a los u$s 87, bien por encima de los u$s 96 que tocó en las últimas jornadas. El Citi calculó que las reservas bajarán para 2015 a niveles cercanos a los u$s 20.000 millones, por lo que cae notoriamente la posibilidad de seguir utilizando dólares para pagar deuda como se viene haciendo desde 2010 con el fondo de desendeudamiento. La entidad utilizó para mostrar esta situación un gráfico en el que se entrecruza la caída de reservas desde octubre pasado con el precio francamente alcista del Boden 2015, algo que -según esta visión- resultaría contradictorio.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=702050