Se trata del Bonar VII que se paga este 12 de septiembre. Se compra con pesos y se reciben billetes verdes dentro de 15 días y a 66 centavos menos que el precio del dólar libre. Furor en la Bolsa
El Bonar VII es un título que viene siendo un viejo conocido en la city porteña pero que empezó a tener más marketing luego de que la presidenta lo nombrara el lunes. "En unos días más vamos a pagar el Bonar 7 por 2.000 millones de dólares -con legislación local y pagado aquí- de modo tal que hemos pagado miles de millones de dólares y aquí en la Argentina", destacó Cristina Fernández de Kirchner cuando anunció que reabrirá el canje de deuda por tercera vez.
El Bonar paga el 12 de septiembre una suma de 2.200 millones de dólares. Como sucede cuando se acercan los vencimientos de un título en dólares, los inversores tratan de comprar esos bonos que permite dolarizarse al recibir el pago, en medio la era del cepo cambiario y la dispara del billete en el mercado paralelo.
¿Cómo es eso? Sucede que los inversores compran este título en pesos que paga capital e intereses en dólares contantes y sonantes. En esta oportunidad, paga el 100% del capital (abonaba todo al vencimiento) y un interés del 3,5%.
El martes el papel trepó 2,5% y cerró a un precio de $917 por cada lámina de 100. El dólar implícito que surge del título es de 8,86 pesos. O sea, que comprando este bono y esperando a su vencimiento (dentro de dos semanas) el inversor se está asegurando dólares a $8,86, menor al precio del mercado paralelo que cerró el martes a 9,52 pesos.
Para el ahorrista, la alternativa es más segura que ir a un cueva a comprar dólares (con el riesgo que eso puede tener) y calza perfectamente para los que tienen que seguir operando en blanco. Obviamente la compra de los bonos queda registrada, por lo tanto es una operación blanca.
La imposibilidad de comprar dólares en blanco hizo que cada vencimiento de bonos argentinos en dólares sea una oportunidad para hacerse de billetes verdes. Muchas empresas y grandes inversores han utilizado esta oportunidad con el pago de los intereses de los títulos emitidos en esa moneda.
Con la proximidad del pago, el precio del título irá subiendo y por ende el valor del dólar implícito también irá convergiendo al precio del dólar libre. Traducido: el inversor que espere más cerca del vencimiento necesitará más pesos para comprar el título y por ende estará comprando un dólar más cerca del que se consigue en las cuevas. A este precio, dicen en la city, aún es una válida oportunidad para hacerse de moneda extranjera contante y sonante a un valor más barato que en las calles del microcentro.