A 53 días de las elecciones, el Ejecutivo busca un shock en las expectativas de los salarios más bajos y las clases medias. Parte del efectivo puede ir al dólar paralelo
La recta final de la campaña con miras a las elecciones legislativas del 27 de octubre arrancará con $ 4.100 millones más en los bolsillos de los jubilados y los trabajadores registrados. Desde este mes, los cambios en el impuesto a las Ganancias y el aumento programado en las jubilaciones inyectarán más recursos que redundarán en su mayoría en una suba en el consumo, pero que en parte podrían trasladarse al dólar paralelo, coincidieron economistas consultados por El Cronista.
Los $ 4.100 millones representan, por ejemplo, casi dos meses de facturación de los shoppings de todo el país, de acuerdo a la encuesta de Centros de Compras del Indec.
El 31 de julio, a semanas de las primarias, la presidenta Cristina Fernández apuró el anuncio del aumento en las jubilaciones, que, por la ley de movilidad, tiene dos ajustes automáticos, en marzo y septiembre, de acuerdo a un índice que combina la evolución de los salarios con la de la recaudación. En ese entonces, la Presidenta informó un incremento del 14,41% para los 7,3 millones de jubilados y pensionados nacionales, que cobran a través de la ANSeS. Sumado al aumento de marzo, la mejora es del 31,78% para el año.
El incremento fue oficializado ayer en la resolución de ANSeS 266 del Boletín Oficial y se cobrará a partir del lunes y llevará la mínima de $ 2.165 a $ 2.476,98 y el haber medio de $ 3.498 a $ 4.002. La inyección de recursos anual totalizará $ 36.824 millones, sostuvo la ANSeS. Son unos $ 3.000 millones al mes que se volcarán, en buena medida, al consumo.
En paralelo, la exención del pago del impuesto a las Ganancias para los salarios de hasta $ 15.000 brutos y la suba de las deducciones del 20% para salarios de entre $ 15.000 y $ 25.000 (y del 30% para los trabajadores de la Patagonia), arrimarán otros $ 1.100 millones mensuales a los bolsillos de la clase media. La suma también contempla las mejoras en las asignaciones familiares, que el Gobierno anunció la semana pasada en combo ante empresarios. El Ejecutivo mensuró en casi $ 4.500 millones ese “esfuerzo fiscal” hasta fin de año.
Distintos economistas coincidieron en que las mejoras en los haberes de los jubilados se traducirán en casi su totalidad en consumo, mientras que el mejor ingreso de la clase media puede trasladarse, en parte a ahorro. “Se supone que la propensión a consumir es alta entre estos sectores. Una parte puede ir al ahorro, pero el grueso irá a consumo”, afirmó Marina Dal Poggetto, economista directora del Estudio Bein.
Para Mariano Lamothe, economista de Abeceb.com, las mejoras en Ganancias se destinarán a “consumo, a bienes durables y algo al tipo de cambio paralelo, sobre todo cuando aumente la incertidumbre preelectoral”. En los últimos días, el dólar blue volvió a dispararse y se negocia a $ 9,20.
De todos modos, los analistas entienden que el “shock de consumo” será acotado. “Hasta mayo, el consumo era muy malo, crecía 0. Luego del congelamiento de precios y la paritaria, repuntó, pero no al ritmo de años anteriores”, dijo Lamothe. Según sus previsiones, el consumo crece a un ritmo de 3% anual y seguirá en esa línea.
Según un informe de la Fundación Mediterránea, las mejoras en Ganancias de aquí a fin de año representan el “1% de la masa salarial ampliada del período”. Y agregó: “Este aporte a la demanda de consumo luce como una salida transitoria, al no haberse aplicado un mecanismo automático de actualización de escalas y del mínimo no imponible”.