En el día del último pago del Bonar VII, la entidad hizo caer 44% la operatoria mayorista y vendió bonos para contener al “liqui”, que subió a $ 9,15. El blue, intervenido en $ 9,30
En un día difícil, el Banco Central decidió cortar por lo sano y anular toda especulación cambiaria. Mientras que las reservas perdieron u$s 1.352 millones ayer por el pago del Bonar VII, la autoridad monetaria apagó al cambiario mayorista y puso en juego sus tenencias de bonos soberanos para evitar que el dólar “contado con liquidación” se disparara. En la plaza paralela, las cuevas mantuvieron el perfil bajo y el blue se mantuvo estable en torno a los $ 9,30 por unidad.
Con una mesa de operaciones del BCRA particularmente activa, el volumen operado en el mercado cambiario fue un 44% menor al de la rueda anterior. Con compras y ventas, más llamadas telefónicas para administrar la actividad privada en la plaza, el ente rector condujo al mayorista a una leve baja de una milésima de centavo, hasta los $ 5,72.
Voceros del BCRA aseguraron que el saldo de la intervención oficial en el mercado fue neutro, pero en las mesas calculaban que terminó vendiendo entre u$s 20 y u$s 30 millones más de los que logró recomprar.
“Se dedicó a abastecer a la demanda más ineludible, mientras que al resto ya le había vendido el día anterior en el que se operó una cantidad récord para el mes”, comentaron en una mesa. “El precio estuvo todo el día plano en el mismo lugar, $ 5,72. No hubo forma de moverlo”, agregaron.
El miércoles se transaron u$s 353 millones en los dos mercados mayoristas, y la cotización de referencia saltó 9 milésimas en el día. Ayer, se operaron u$s 197 millones, con el precio virtualmente quieto. El Central –cuyas reservas cayeron ayer (ver pág. 2)– lleva una lista de compras privadas programadas, en las que exige se informe cualquier operación mayor a u$s 300 mil con 10 días de antelación. En base a esa lista, va programando el turno de cada compra y con llamadas a bancos y entidades cambiarias, activa y desactiva la demanda.
Además de anestesiar al mercado mayorista, el BCRA se encargó también de poner paños fríos en el mercado de bonos. Desde la imposición del cepo, inversores mayoristas utilizan la renta fija en dólares como una vía para fugar dólares en blanco y a tipo de cambio paralelo: el dólar “contado con liquidación” o “implícito en activos”.
El liqui reaccionó al pago del Bonar VII a la suba ayer, de $ 9,04 a $ 9,15. El avance podría haber sido mayor si el BCRA no hubiera salido a vender parte de sus tenencias del Bonar X a un precio levemente por debajo del de mercado, para evitar una escalada menor.
“Con la última cotización del Bonar VII te comprabas un dólar a $ 8,99. Ese precio tan bajo lastró al liqui, que ahora quedó más libre”, dijo un operador bursátil. “El Boden 2015, el nuevo bono soberano más corto del mercado, y el Bonar X tuvieron mucho volumen ayer, precisamente por el reacomodo del dólar implícito”, concluyó el mismo operador. Por último, en el mercado cambiario informal primó el perfil bajo. Las cuevas mayoristas informaban ayer puntas vendedoras de entre $ 9,27 y 9,30, es decir, estable en comparación con el día anterior. “No hay histeria minorista por lo que, si no hace ruido, el blue se transa sin problemas”, contó un operador.