La falta de agua afectó al cultivo de «forma irreversible» y podría profundizarse, dijo la Bolsa de Cereales porteña. Para la BCR, los más afectados la soja y maíz de segunda
Lo que aguardaban los operadores y el mercado se confirmó. Las principales entidades privadas que realizan estimaciones de siembra y producción agrícola del país, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCCBA) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), recortaron ayer sus previsiones para de cosecha de soja y de maíz, los dos cultivos fuertemente afectados por el clima seco y las elevadas temperaturas de este verano.
Hasta el Gobierno, admitió que la sequía afecta a gran parte de la zona agrícola argentina. A través de su informe mensual de estimaciones agrícolas, el Ministerio de Agroindustria bajó 1,5%, hasta 16,5 millones de hectáreas la superficie sembrada con soja. Y remarcó que «la situación continúa siendo crítica en gran parte de las zonas productivas, salvo el NEA y NOA». Ante la situación, Agroindustria consideró «dable esperar no sólo un incremento en superficie no cosechada para los principales cultivos estivales, sino también una merma en los rendimientos unitarios». El trabajo, además, precisó que «si bien no incluye una estimación de producción, se puede asumir una caída en la producción nacional ya consumada, que puede incrementarse».
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires bajó su cálculo para la cosecha sojera en 6% contra su cálculo anterior: ahora espera 47 millones de toneladas de soja, contra los 50 millones previstos hace dos semanas. Desde su primera estimación para la actual campaña, la baja en la producción esperada llega a 13%. Si la comparación se hace contra la cosecha pasada (57,5 millones de toneladas) el derrumbe llega a 18%.
Para la BCR, en tanto, la producción de soja estaría en 46,5 millones de toneladas, una baja de 10,6% contra su estimación anterior (52 millones de toneladas).
Ambas entidades también coinciden en una reducción para la cosecha de maíz. Para la BCCBA, se producirán 37 millones de toneladas, 9,75% menos que en su cálculo anterior. En tanto, la entidad rosarina redujo a 35 millones de toneladas, 12,3% menos que lo inicialmente previsto, su estimación para la cosecha maicera.
La situación puede empeorar, explicaron desde ambas entidades. Es que el clima seco y caluroso continúa afectando los cultivos, en una etapa crítica de su desarrollo.
«Lluvias reveladas en el inicio de esta semana aliviaron momentáneamente sectores de Buenos Aires, sin embargo prevalece la condición hídrica de regular a sequía en la provincia, y el cultivo de soja ya presenta daños irreversibles, que incluso podrían acentuarse en los próximos días», remarcó la BCCBA en su panorama agrícola semanal (PAS). Y añadió que en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, además de las mermas en rendimiento, se suma «ahora el riesgo de pérdida de gran parte de la soja de segunda, que fue récord en esta campaña».
La BCR, a través de su Guía Estratégica del Agro (GEA), puntualizó que el «70% de la soja requiere de necesidades hídricas por encima de 140 milímetros» y que los «cultivos de segunda son los que se llevan a peor parte de esta campaña seca». Sobre el maíz, la entidad rosarina apuntó que «los maíces de diciembre, de los que el 60% transitan su período crítico, la floración, están sin agua».
Si bien para la próxima semana se esperan algunas lluvias y tormentas en especial para el miércoles 28, serán dispares, de montos bajos a moderados», lo que será insuficiente para revitalizar los cultivos, indicó José Aiello, experto del GEA.
Las condiciones climáticas desfavorables, al parecer, se prolongarán. Según el Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), entre marzo y mayo habrá lluvias dispares en el país, menores a lo normal en el NEA y Cuyo, y por encima de lo habitual para la región pampeana.