Este año viajo nuevamente al Salón Inmobiliario de Madrid y presidiré, como es usual, las conferencias sobre Argentina. Tal como lo mencioné en mi reciente disertación en la Cámara Española, en esta oportunidad realmente le veo al evento, una gran potencialidad. En especial, a la luz de la visita de Rajoy a nuestro país, teniendo en cuenta el lugar que le da Macri a este encuentro de máximas autoridades y el impulso que se le pretende dar a la inversión española en Argentina.
La reciente apuesta de Sam Zell y Goldman Sachs en Pegasus (siendo players de altísimo nivel), que se suma a la inversión de PointState en TGLT y a los proyectos de Related en el país, son señales que no podemos dejar de ver. A mi juicio esto se va a acelerar y la inversión extranjera aumentará de la mano de la normalización que estamos transitando.
Antes, invitar a un extranjero a invertir en un fideicomiso al costo, en pesos y a precio abierto, era imposible. Ahora los desarrolladores pueden acceder a financiamiento bancario, como en todo el mundo y hay hipotecas accesibles para los compradores.
Todo se vuelve más presentable. Y atractivo en el marco de la revaluación de activos que el mejoramiento del “riesgo país” irá generando. Un mercado en el que regresan las hipotecas después de décadas y que va en la dirección política correcta, es un sitio donde hay “drivers” objetivos para empujar la inversión.
Por lo demás, tendremos la reforma del mercado de capitales, que dará nacimiento a los Reits. Tenemos también tierra pública excepcional en venta, para adquirir transparentemente y con normas. Y para poder encarar allí grandes emprendimientos.
Particularmente pienso que España tiene una ventaja respecto de lo incipiente que vimos hasta ahora de inversión extranjera. Los primeros que vinieron, americanos ellos, fueron quienes podrían calificarse como “los adelantados de EEUU”. Pero en España, ademas de fondos de inversión y developers, podemos captar compradores para nuestros proyectos, que entre los estadounidenses probablemente nunca habrá.
La afinidad histórica, los vínculos familiares y el idioma coadyuvan en ese sentido. Sin embargo, en los últimos años nuestro país ha tenido muy mala imagen en la península ibérica. Pero el cambio se viene, sin lugar a dudas, de arriba para abajo. Los gobiernos de ambos países están muy comprometidos en ese sentido.
Es hora, esta vez sí, de ponerse las pilas y ser proactivos: hay que viajar y moverse para captar buenos negocios. Veámonos en el Salón Inmobiliario de Madrid!! Vale la pena.