El cambio multilateral está un 7% más apreciado de lo que estaba cuando asumió Mauricio Macri
La devaluación abrupta del peso desde diciembre mejoró la competitividad de la economía argentina, pero el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) continúa apreciado si se lo compara con el que existía al inicio del mandato del presidente Mauricio Macri.
“El tipo de cambio real multilateral está apreciado, esto se verifica toda vez que las cuentas externas (cuenta corriente) generan déficit. Mucho más si ese déficit es de 5% del PIB, como en el caso de nuestro país”, analizó Soledad Tortarolo, del equipo de research de Allaria Ledesma & Cia.
De acuerdo con información publicada por el Banco Central, el TCRM -que mide el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina con respecto al de los de los principales 12 socios comerciales del país- se apreció 6,50 puntos desde el 17 de diciembre de 2015 (base 100), hasta las 93,50 unidades del 9 de abril de 2018. Sin embargo, a mediados de noviembre último, antes de que la autoridad monetaria permitiera un rápido deslizamiento del tipo de cambio nominal, el nivel del TCRM había llegado a 86,20 puntos.
“Hoy el TCRM sigue estando entre 6% y 7% más apreciado de lo que estaba cuando asumió Macri. Pero la apreciación es una tendencia que arranca desde el 6 de enero de 2002”, apuntó Martín Kalos, director de EPyCAconsult.
El TCRM tuvo un respiro desde inicios de diciembre, cuando mejoró notoriamente la competitividad contra el real brasileño. Desde el 11 de diciembre, el dólar subió aquí 16,53%, mientras la moneda de Brasil apenas avanzó apenas 3 por ciento. “Brasil explica un tercio del TCRM. La situación es buena porque es el país con el que Argentina arrastra el mayor dé- ficit comercial”, apuntó Kalos.
Martín Alfie, economista jefe de Radar Consultora, coincide con Tortarolo en que el déficit de cuenta corriente es el principal indicador que muestra que hay un atraso del tipo de cambio. “Sin embargo, eso no implica que una fuerte depreciación del tipo de cambio nominal sea la solución, ya que se trasladaría a precios e implicaría un ajuste recesivo”, advirtió.
Alfie agregó que “la tendencia a la apreciación fines de año pasado era insostenible y el cambio de metas y la baja de la tasa de interés respondió justamente a detener esa dinámica frente al empeoramiento del déficit de cuenta corriente. El TCRM mejoró, pero a costa de la aceleración de la inflación. Es una manta corta”.
Para el economista de Radar Consultora, el Banco Central incorporó “a su función de reacción el nivel del TCRM y no va a dejar que se aprecie tanto como a fines de año pasado, pero será difícil ver otro salto como el de diciembre-febrero porque está limitado por la evolución de precios, es un trade-off”.
Para Kalos, también ‘el déficit de cuenta corriente es una de las cosas que llevó al Banco Central a permitir la devaluación acelerada de fin de 2017 y comienzos de 2018”.