Se trata de oficializar la compensación por el uso de reservas en divisas de la autoridad monetaria para pagar deuda pública. Cubre poco menos que el 80% del total de adelantos transitorios desde comienzos de 2013. Estaba estipulado en el Presupuesto
En uso de las atribuciones del "Artículo 33 de la Ley Nº 26.784 de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2013", el ministro Hernán Lorenzino firmó la Resolución 8 de su cartera que oficializa la entrega de una Letra de Tesorería con fecha 16 de enero 2013 y pago al vencimiento en 2023, por el uso de dólares constantes y sonantes para pagar vencimientos de la deuda pública e inversión en infraestructura, ante la insuficiencia de los recursos fiscales por vías naturales, como la DGI, Aduana y el Sistema de Seguridad Social.
De este modo, asegura el ministro que se "da certeza sobre el normal cumplimiento de las obligaciones del estado nacional", para integrar el fondo del desendeudamiento argentino, creado por el decreto 298/10, por hasta "u$s7.967 millones destinado a la cancelación de los servicios de la deuda pública con tenedores privados correspondientes al Ejercicio Fiscal 2013 y, en caso de resultar un excedente y siempre que tengan efecto monetario neutro, a financiar gastos de capital".
De ahí queda claro que el uso de esos recursos no tienen como finalidad el desendeudamiento neto del Gobierno nacional, sino simplemente de cambiar de acreedor, un privado, por una público, el Banco Central, pese a que esa política ha llevado a un severo deterioro del patrimonio neto de la autoridad monetaria, el cual depurado de la denominada contabilidad creativa ha llevado a un rojo real que en las consultoras privadas ya ubican en más de u$s58.000 millones.
Pero, además, el endeudamiento no cae, porque parte de los recursos que el Tesoro obtiene del BCRA son utilizado para pagar gasto corriente en infraestructura y no para cancelar compromisos contraídos en el pasado.