Hay más de $ 50 millones en préstamos para la vivienda que fueron preasignados pero no otorgados. Con la suba que tiene el dólar paralelo, se ha vuelto complejo llegar a un acuerdo entre comprador y vendedor de qué valor tomar en cuenta como referencia. Las firmas inmobiliarias han comenzado a realizar negocios con Cedin no aplicados, que cotizan entre el oficial y el blue
Hay más de $ 50 millones en créditos hipotecarios otorgados, cuyas carpetas se apilan en los bancos, mientras los tomadores tratan de encontrar una propiedad que puedan pagar, debido a la dificultad para pactar los precios en un mercado inmobiliario que se resiste a la pesificación, donde el vendedor quiere tomar como referencia al blue y el comprador exige un valor intermedio.
Ante esta disyuntiva, surgió un nuevo concepto, impulsado por el sector de real estate autóctono, para mover el segmento de los departamentos usados, que se manejan en dólares (a diferencia de aquellos a estrenar, que se pueden adquirir en pesos): el Cedin hipotecario.
“El mecanismo es el siguiente: el comprador adquiere en el mercado un Cedin no aplicado a $ 8, que el vendedor los canjea en el banco por los verdes billetes”, explican desde el sitio web Cedinhoy. Para que no haya sobresaltos, como primer paso se encuentran las partes intervinientes en el banco: comprador de la propiedad, el vendedor del Cedin, el escribano y el vendedor de la propiedad.
A continuación, se verifican los cedines a comprar. Si están OK, el comprador pide al banco el dinero del crédito hipotecario y compra los cedines nuevos. Después, el escribano incorpora los datos del Cedin en la escritura como forma de pago.
El escribano, junto al banco, realiza el trámite de aplicación del Cedin. Por último, se finaliza la transacción con la entrega de los dólares por parte del banco al vendedor de la propiedad. Las inmobiliarias lo ven como una herramienta para brindar a sus clientes y lograr mayor cierre de operaciones.
Apunta en especial a aquellos casos donde el vendedor no quiera recibir Cedin por falta de confianza y seguridad de cobro de dólares.
En caso de que el vendedor de la propiedad quiera la seguridad de tener los dólares sobre la mesa tambien podrá optar por el servicio de “contado con Cedin”, aunque en este caso se toma un dólar de $ 8,80. Aquí interviene una financiera que pone los billetes hasta cobrar el certificado.
Otro de los productos que surgió es el “préstamo Cedin”, que cotiza a un dólar de $ 9,80. El producto está orientado a desarrolladores para financiar la compra de lotes o materiales y apalancar los primeros meses de preventa. Se realiza mediante venta de Cedin a pagar en 12 meses, en pesos y al tipo de cambio pactado con garantía hipotecaria del bien a adquirir. Por ende, se compra en dólares y se paga en pesos. A su vez, el tenedor realiza una ganancia de un 25% sobre la cotización contado, que es la diferencia entre los $ 9,80 y los $ 7,80 de la compra del Cedin no aplicado. “También se puede utilizar esta financiación como crédito puente en una operación mixta. Por ejemplo, alguien quiere comprar una casa y todavía no escrituró la otra. Por un tema de timing, no quiere perder la operación a la espera de un flujo futuro”, revelan en Cedinhoy.
El mayor inconveniente es que los bancos que alientan esta metodología, como el caso de la sede central del Nación, tiene tomadas salas hasta fin de noviembre, porque dan dos turnos por día para aplicar Cedin.