Hubo allanamientos en el microcentro que no afectaron a las cuevas, pero hicieron que varios brokers cerraran preventivamente. El oficial y el ‘liqui’ se mantuvieron tranquilos
El dólar blue pegó un salto inesperado dentro de la pax cambiaria que sostiene el Gobierno en las semanas previas a las elecciones. El paralelo llegó a ganar 13 centavos antes de quedar a $ 9,72, luego de que varias cuevas dejaran de ofrecer divisas por el temor que generó un allanamiento que movilizó decenas de gendarmes por el microcentro. Planchado por ventas oficiales, el contado con liquidación no acompañó a su par ilegal, y retrocedió a $ 9,15, mientras que el oficial también quedó congelado por compras y ventas del Banco Central.
El mercado cambiario informal creyó ver un regreso a la estrategia represiva del Gobierno el día de ayer, cuando un nutrido contingente de gendarmes se movió por la City realizando distintos allanamientos.
Fuentes del ministerio de Seguridad confirmaron a El Cronista el operativo, pero aclararon que respondió a órdenes judiciales por una causa que no tiene que ver con delitos cambiarios.
Para los cueveros, sin embargo, la diferencia no fue fácil de detectar y varios jugadores del mercado prefirieron dejar de operar hasta que desaparecieran los uniformados.
El nerviosismo y la retracción de la oferta resultantes le dieron ímpetu al precio, que pasó de los $ 9,62 a los que se negociaba el martes hasta $ 9,75. Fue la mayor suba del blue desde fines de agosto.
En todo septiembre subió apenas 5 centavos, gracias a un cocktail de moderación monetaria de parte del Banco Central, suba de tasas y ventas de de bonos la autoridad monetaria y la ANSeS que mantienen al contado con liqui en calma.
“La cercanía de las elecciones y el hecho de que no se lo ve bajar, aceleró compras de quienes estaban esperando”, dijo un operador. “También influyeron los controles de Gendarmería”, agregó.
El blue se acerca a los $ 10, pero la suba del oficial hace que ese número tenga un significado distinto hoy que en mayo, última vez que alcanzó esa cifra. La brecha con el precio oficial superó en mayo el 100%, ayer era del 66,6%.
“La tendencia es alcista, no sorprende que suba, en todo caso va a estar más alto a fin de año y el precio actual es bueno”, dijo un corredor. “Estacionalmente no es momento de subas, pero en diciembre cuando se encienda la emisión del BCRA va a estar en cualquier otro nivel”, completó.
Según operadores bursátiles, la intranquilidad en el paralelo impulsó a los organismos oficiales a salir a bajar al contado con liqui. Tanto el BCRA como la ANSeS acostumbran vender bonos de sus carteras –son en realidad “rulos” con bancos públicos, que implican una recompra posterior– para bajar el tipo de cambio implícito en los títulos soberanos en dólares.
El “contado con liquidación” es el costo por dólar que pagan los inversores al comprar bonos contra pesos dentro del país y venderlos contra dólares en Wall Street.
El liqui promedió $ 9,15, tres centavos por debajo de su nivel del martes, luego de que los bonos soberanos cerraran mixtos. Se destacó entre los movimientos del día la baja del 1,2% del Bonar X, uno de los vehículos favoritos para el liqui y título que utiliza el BCRA para bajar al dólar implícito.
Tanto la autoridad monetaria como la ANSeS controlan al liqui con la esperanza de generar una referencia de la que no pueda separarse mucho el blue
“Dan entre $ 5 y $ 15 millones de Bonar X por día, a veces uno, a veces los dos al mismo tiempo, y así lo mantienen a raya”, dijo un operador bursátil.
En el mercado mayorista, la entidad conducida por Mercedes Marcó del Pont también ayudó a mantener calmo el frente cambiario: con compras y ventas, dejó que el mayorista subiera apenas una milésima de peso por segundo día consecutivo. Quedó en $ 5,823 y el BCRA terminó con saldo neutro.