El feriado largo actuó como una cámara explosiva. Se acumularon factores que los mercados del mundo fueron absorbiendo porque permanecieron operativos
La guerra comercial entre estados Unidos y China va subiendo en intensidad. Ahora las restricciones alcanzaron a las compañías de telecomunicaciones. Este enfrentamiento borró la suba inicial de Wall Street y dejó a los mercados del mundo preocupados.
En estas circunstancias, la explosión del dólar en la Argentina, después del feriado fue de 3%, casi en línea con lo que devaluaron los países de la región durante lunas, martes y miércoles, no fue sorpresa. El real en estos tres días perdió 2,70% y el peso chileno 2,47 por ciento.
Pero si se hace un análisis más amplio, la canasta de las principales monedas del mundo que incluye al euro, la libra esterlina y el yen, perdió 2% frente al dólar. El bono del Tesoro norteamericano a 10 años ahora rinde 2,97% y se cree que el punto de equilibrio estará en 3,20% anual.
Pese a que la Reserva Federal no tocó la tasa de interés -dejó la de «call» en 1,50% y 1,75% anual- el mercado sabe que la subirá en sus próximas tres reuniones y se cubre. Ellos no le tienen tanto miedo a la tasa como al conflicto comercial con China y parte del mundo.
La suba de los costos en Estados Unidos va a traer más inflación y se cubren con la tasa de interés.
La situación argentina difiere del resto del mundo
Pero en la Argentina, ahora la tasa de interés no asusta como allá. «El Gobierno se mostró insolvente ante la crisis. Todo lo que hizo resultó a contramano. Fue como «regar el jardín mientras hay tormenta», definió un operador.
Pero para entender lo que sucedió, donde además de los factores internacionales, se sumaron los errores propios, lo mejor es sintetizar los problemas:
- El castigo que supuso el gravamen a la renta financiera para los tenedores de Lebac que residan en el exterior, que nació de una imposición de Sergio Massa al Gobierno para que su partido le vote otras leyes, sigue incidiendo. La Argentina es el país emergente que más salida de capitales tiene. Todos los países de la región tienen fuga de fondos de inversión. Pero ninguna de la magnitud de la Argentina.
- Los fondos empezaron a deshacerse lentamente de las Lebac desde febrero. Aprovecharon que el mes anterior el Tesoro tomó USD 9 mil millones. El Gobierno ignoró el movimiento y bajó las tasas de interés. En febrero se aceleró el movimiento y la última semana de abril fue el punto culminante. La «falta de calle» de los gobernantes hizo que el Central vendiera USD 2.100 millones en tres días, con lo que contuvo el dólar y subsidió la salida de dinero al exterior. Mejor negocio imposible: no pagaron un peso de impuesto a la renta financiera y les regalaron USD 2.100 millones a poco más de $ 20. El populismo de Massa y la inocencia del Gobierno son socios en el fracaso de la medida.
- Cuando terminó el feriado el mercado explotó para recuperar esos días de atraso cambiario. El dólar mayorista, el que interesa al mercado, subió 3%. Hubo efectos colaterales graves:
- a) La tasa más corta Lebac subió a casi 32% anual;
- b) Se vendieron USD 504,5 millones, las reservas perdieron USD 625 millones (ahora están en USD 55.998 millones) por el retiro estacional de los depósitos de los bancos del Banco Central ante la demanda de sus clientes y porque en el exterior por la fortaleza del dólar que derribó al euro, la libra esterlina y el yen, se perdieron USD 69 millones. El pago a Brasil de 1 millón es irrelevante en este escenario.
- c) Los exportadores de granos no están vendiendo dólares porque esperan un tipo de cambio mejor en medio de esta volatilidad. Es decir que los dólares del agro no van a aparecer estos días.
- El nuevo escenario quedó con tasas de rendimientos de los bonos en dólares que más que atractivas. Cayó tanto su precio, que el Bono a 100 años ahora paga 8,12%. Los Discount en dólares tienen un retorno de 7,33%. La versión con ley argentina rinde 7,50%. El Bonar 2024, el bono de referencia, da ganancias de 7% anual.
- Juan Miguel Salerno de Compass Group que maneja uno de los fondos de inversión locales señaló que en el último tiempo los inversores se vuelcan a los fondos que tienen títulos en dólares y se alejan de a poco de los de acciones. Incluso los bonos en pesos, a pesar de la suba de tasa, tienen menos adeptos.
- Pero el efecto sobre el público será duro. En los próximos días la volatilidad va a seguir. Pero el sacrificio de absorber las nuevas tarifas de luz y gas, quedará esterilizado por la suba de la inflación que acarreará la suba del dólar, esterilizará los últimos aumentos.
- La compra de dólares del Banco Central supuso quitar pesos de circulación y encarecer las tasas de interés a niveles impagables. El efecto sobre el consumo será negativo. Adrián Mercado, uno de los operadores del mercado inmobiliario advirtió sobre la baja de los precios de las acciones de los bancos -perdieron hasta 4,6%- y dijo que uno de los condicionantes son los créditos hipotecarios.
«Esta suba del dólar perjudica a compradores y vendedores. Tomar un crédito hipotecario con un dólar tan efervescente aleja al cliente. Confío en que esto durará un lapso corto y pronto vendrá la normalidad porque los mercados están buscando un equilibrio en el mundo», dijo el operador inmobiliario.
El Gobierno deberá repensar su estrategia que, inexplicablemente cambió el 28 de diciembre pasado, el día de los Inocentes. Y no parece que sea casual la fecha. El destino, aún en economía, juega cartas pesadas cuando lo desafían.