El compromiso quedó asumido tras un encuentro que se realizó en el Ministerio de Economía con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof.
Las principales cerealeras se comprometieron ayer a comprar unos 500 millones de dólares en Baade (Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico), destinados en principio a obras energéticas y de infraestructura.
El compromiso quedó asumido tras un encuentro que se realizó en el Ministerio de Economía con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof. ?
De acuerdo con la información que trascendió, Cargill y Bunge ? & Born comprarán 100 millones dólares cada una en Baade; y el resto de las cerealeras, 300 millones en total según su participación en el mercado.
“La expectativa es que primero entren las cerealeras y luego los bancos, eso está más lento”, consideró el titular de la CGE y hombre de confianza de Moreno, Ider Peretti. ?
Destacó la importancia de que “las empresas y la Afip lleguen a un acuerdo por la devolución del IVA, porque avanzar en el ingreso les conviene a todos”. ?
La semana pasada, la energética Bridas, de los hermanos Bulgheroni, anunciaron el compromiso de suscribir también unos 500 millones de dólares en bonos productivos Baade para invertir en el área energética no convencional. ?
Quien también hizo pública la intención de invertir unos 500 millones de dólares para desarrollar proyectos energéticos es el titular de Corporación América, Eduardo Eurnekian. ?
Los tres anuncios ya suman 1.500 millones de dólares, una cifra aún lejana de los 4.000 millones que el gobierno apuntó a recaudar cuando lanzó el blanqueo. ?
El Baade fue ideado para conseguir dólares y así financiar proyectos destinados al sector energético y cubrir así el déficit que tiene el país. Concretamente, los fondos iban a estar destinado a inversiones en YPF, sobre todo en el yacimiento de Vaca Muerta, en el cual la compañía se asoció con la estadounidense Chevron. ?
Gestiones aquí y allá. La sequía de dólares obligó a acelerar gestiones para liberar préstamos trabados en organismos multilaterales mientras crecen especulaciones sobre qué medidas podría tomar la administración de Cristina Fernández tras las elecciones del 27 de octubre para tratar de encauzar mejor las variables económicas.
La semana fue movida y trajo buenas noticias para el objetivo principal de llevar algo de aire a la necesidad de divisas por la persistente fuga de capitales que lima las reservas del BCRA. ?
En este sentido, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino —cruzado por versiones de renuncia— logró destrabar fondos por 3.000 millones de dólares del Banco Mundial, tras comprometer a la Argentina a pagar 500 millones a cinco compañías que habían iniciado juicios ? ante el tribunal de resolución de controversias de Banco Mundial (Ciadi) por la pesificación de tarifas tras la salida de la convertibilidad.
Los pasos dados por el gobierno con el Ciadi y el FMI, parecen reflotar el plan de “normalización financiera” ideado en 2008 para “volver al mundo” en pos de divisas. ?