La medida apunta a lograr que se cambien letras a un mes por papeles de 2-5 meses sin tener que subir las tasas, lo que generaría una señal negativa sobre la inflación
La autoridad monetaria anunció ayer que empezaría a operar «swaps» de Lebac, canjes voluntarios de letras a un mes por esos mismos vehículos pero a plazos más largos, con el objetivo de evitar un nuevo supermartes en el mes de junio. Según fuentes oficiales y operadores, el sentido de la medida es lograr que el mercado acepte cambiar sus letras a un mes por papeles a plazos de entre 2 y 5 meses sin tener que subir las tasas, lo que generaría una señal negativa respecto de la marcha futura de la inflación.
«El BCRA comunica que a partir del miércoles 23 de mayo comenzará a participar de la rueda SWAP del Siopel en el ámbito de Mercado Abierto Electrónico», dijo la autoridad monetaria ayer a través de un comunicado. El Central ya podía operar en esa rueda, no implica un cambio normativo, el anuncio tuvo el objetivo de poner en alerta a los bancos de que se abría esta opción en principio conveniente.
Según explicaron fuentes de la calle Reconquista, el sentido de la maniobra es ofrecer un canje voluntario de Lebac de plazos cortos por otras de plazos más largos. En los hechos, Lebac que vencen el 20 de junio, por otras que vencen en meses posteriores.
«El Central ya trató de descomprimir al primer vencimiento de Lebac el año pasado, antes de las PASO, para no enfrentar un vencimiento grande si les iba mal en las urnas. Pero en ese momento lo hicieron subiendo las tasas largas, algo que a este nivel de tasas por ahí no es muy posible de hacer», dijo Diego Falcone, portfolio manager en Cohen. «De esta manera, puede incentivar a estirar vencimientos sin necesidad de subir las tasas, si ofrecen más papeles de largo plazo por los cortos, lo que les generaría un costo pero les permitiría conseguir su objetivo», agregó.
El martes de la semana pasada, cuando llegó el vencimiento de mayo, la entidad conducida por Federico Sturzenegger debió enfrentarse a un incómodo «supermartes» en medio de las turbulencias de la corrida cambiaria.
Como en la licitación anterior había riesgo de suba de tasas, los inversores habían optado en masa por suscribir Lebac a un mes, ya que eso les permitía renovarlas a tasas mejores en caso de que la suba de rendimientos se concretara, como de hecho ocurrió. Eso hizo que el 55% del stock total de Lebac, más de la mitad de los más de $ 1,2 billón en circulación en ese momento, venciera el mismo día. El riesgo era que parte de ese monto no se renovara, inyectara pesos y que esos pesos fueran al mercado cambiario a agravar la corrida.
Se necesitó de recompras de Lebac por casi de $ 60.000 millones en el mercado secundario en los días previos al mega vencimiento, una baja al tope de tenencias en dólares que pueden tener los bancos en sus propias carteras y una relajación de las normas de encajes, para que los bancos puedan usar el dinero que inmovilizan al 0% para tomar letras al 40% anual, para superar el supermartes. Sturzenegger y los suyos no quieren que eso vuelva a ocurrir el mes que viene, por eso necesitan dar incentivos para que distribuyan sus apuestas en distintos vencimientos.
«Quizás que exista tanta cantidad de Lebac en corto tenga sea producto de que en abril dijimos que si en mayo no bajaba la inflación íbamos a subir la tasa, cosa que pasó. Eso incentivó a muchos actores a irse a corto plazo y no tener la pérdida de capital de una Lebac más larga. Eso nos concentró los vencimientos», había dicho Sturzenegger ayer en el IAEF, antes de anunciar los swap. «Se va a ir reperfilando el tema del corto y largo, ya que ante un escenario de tasas que van eventualmente a bajar a futuro más que a subir, es natural que se elija ir a plazos más largos», añadió.
Ayer por lo menos, el swap se ofrecía a los mismos precios en los que las Lebac cotizan en el mercado secundario -en el que pueden comprarse y venderse por fuera de las licitaciones mensuales- con lo cual en los bancos no veían incentivos a canjear. Se operaron sólo $ 650 millones en swaps, y la mayoría entre privados. El BCRA además estiró vencimientos al recomprar $ 6000 millones del más corto y colocar $ 3000 millones a plazos más largos.
«La oferta está exactamente a los precios del mercado secundario, o sea que es lo mismo que vender Lebac cortas por largas como hasta ahora. Si le encuentro sentido si querés alargar plazos por un volumen grande, porque encontrar los compradores para las letras que soltás y coordinar eso con la compra a plazos más largos puede ser engorroso y sacudir los precios, así es un paquete mucho más sencillo», dijeron en un banco. «Yo creo que existen incentivos a estirar plazos de agosto o septiembre en adelante, porque las tasas más alto que esto no van a estar, pero eso ya existía. Este anuncio más bien comunica al mercado la intención de descomprimir el primer vencimiento», agregaron.