La evaluación que se realiza en la Casa Rosada sobre los primeros resultados del giro de la política económica es favorable. Cuando comenzó la corrida contra el peso, las primeras respuestas fueron del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger: subió la tasa de interés y quemó reservas para -infructuosamente- tratar de detener la escalada del dólar. El presidente Mauricio Macri estuvo de acuerdo con esta estrategia, pero fueron finalmente las propuestas del ministro de Finanzas, Luis Caputo, de acudir al FMI la que puso el dique de contención junto con la estrategia de utilizar u$s 5.000 millones y un dólar a $ 25 pesos que ofreció el Banco Central para frenar la corrida.
Pese a que para más de un economista el sistema de metas de inflación propuesto por el Banco Central no ha dado resultados, esto no quiere decir que en el Gobierno piensen en un cambio de modelo. Fuentes cercanas al primer mandatario sostienen que Macri mantiene su confianza en Sturzenegger y el modelo de «inflation targeting».
Tampoco ha cambiado el diagnóstico del Gobierno. Evalúan que el origen de los problemas económicos es el desequilibrio fiscal y, en este sentido, están «convencidos» de que el Fondo Monetario ayudará a que se acelere el ajuste y «esta vez vaya en serio».
La administración Macri considera que «uno de los mayores problemas que tienen el Estado es el millón de empleados públicos adicionales que dejó el kirchnerismo», según sostienen en la Casa Rosada. Al respecto, se están estudiando diversas alternativas para reducir la planta.
El otro rubro en el que seguramente seguirá operando el Gobierno es en el recorte de los subsidios económicos, ya que se considera que, pese a la suba en las tarifas de los últimos años, el ahorro que todavía queda por hacer sería del orden de 1,5 del producto bruto interno. Dicho de otra forma, seguirán las subas de tarifas.
Ante las versiones referidas a que podían restablecerse retenciones al trigo y el maíz y suspender la rebaja de estos gravámenes sobre la soja, desde el Poder Ejecutivo se ocuparon de deslizar que «no está en el pensamiento de Macri». Sin embargo, no quisieron cerrar el tema porque no se conoce aún la envergadura del ajuste que se tendrá que encarar el Gobierno.
No por casualidad tanto el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, como el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, señalaron que todas las opciones están sobre la mesa. Desde este punto de vista, aclaran en fuentes oficiales que «si bien Dujovne es quien tiene el lápiz rojo, las decisiones se toman en la Jefatura de Ministros y la última palabra la tiene Mauricio (Macri)».
En tanto, es difícil que el FMI sea partidario de retomar el esquema de retenciones ya que es una herramienta contraria a su pensamiento.
Una de las preocupaciones del Fondo es su «mala imagen» y por esta razón monitorearon cómo fue la manifestación del 25 de mayo que tuvo como consigna el rechazo al FMI. Es más, Christine Lagarde recientemente señaló: «Realmente estamos avanzando y nos hemos comprometido con el presidente (Mauricio) Macri a hacer lo mejor que podamos para avanzar con rapidez y eficiencia a fin de cambiar la percepción sobre Argentina y la percepción que tiene la gente sobre nuestro papel».
• Costos
En el Gobierno saben del costo que suponen estas medidas de ajuste, particularmente en términos de sacrificar actividad económica. Reconocen que la tarea no será fácil porque, estiman, el 70% de la gente no comprende que hay que bajar el gasto. «Son muchos años de creer que los recursos son ilimitados». No por casualidad Macri apela a que la discusión sobre los recortes se dé en el marco del próximo presupuesto y junto con la oposición, para que todos vean que gastos se están dispuestos a bajar.
Pero en la administración nacional también consideran que los recortes son inevitables porque «así lo impuso el cambio en los mercados». Precisamente para calmar a los inversores extranjeros creen que debe acelerarse el proceso de achicamiento del déficit fiscal y, desde esta perspectiva, consideran que no es menor el apoyo del Fondo.
Fuentes del Poder Ejecutivo también reconocen que los meses que vendrán serán duros, pero mantienen una cuota de optimismo. Esperan que en las próximas semanas se concrete el ascenso de la Argentina a la categoría de «emergente» (saliendo de los considerados «frontera»), condición que alentaría una mayor inversión en papeles del país. Además, cruzan los dedos esperando tener buenas noticias por parte de la OCDE. Al respecto, el ministro de Hacienda viajará a Paris para participar del encuentro y luego el jueves estará en Washington para intentar llegar a un borrador de la Carta de Intención por el stand by. «Las negociaciones van bien» se escucha tanto a nivel oficial como en el Fondo.
Y la apuesta del gobierno de Cambiemos es que «si todo sale bien, en 2019 mejoren las condiciones para el grueso de la gente, entre otros factores, por el impulso de las obras que se encararán mediante el sistema de Participación Público Privada y una expansión del crédito».
• Desilusión
Los representantes del mundo empresario cuando fueron convocados por el gobierno no dudaron en sentarse a dialogar. Si bien en el ámbito empresario es generalizado el apoyo a la gestión de Cambiemos, hay quienes confiesan en voz baja cierta desilusión con el presidente. «Macri fue empresario, conoce las dificultades que enfrentamos y lo que hacemos por el país», comentan al tiempo que afirman «no nos puede correr con los mismos argumentos que usaba el gobierno anterior».
A los dirigentes empresarios los asustan expresiones como las formuladas por la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, cuando dice que «va ver quiénes son los que aumentan los precios», sintetizó de esta manera el pensamiento de más de un funcionario del gobierno.
Esto fue comentado en diversas reuniones en la última semana «Creíamos que estas prácticas se habían acabado con el kirchnerismo» afirman con desilusión.
Por ahora los encuentros individuales que mantienen con la secretaría de Comercio para explicar cómo les afectó el aumento de la suba del dólar y, según sostienen los participantes, «transcurren en buenos términos».
Pero también hay algunos gestos que no dejan de inquietar al Gobierno. En la última cena anual de Conciencia a la cual asistieron destacados políticos y empresarios del país, muchos quisieron sacarse fotos con la gobernadora Vidal, pero no fueron pocos los que se arrimaron a Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta y presunto candidato por el peronismo para 2019.
Fuente: http://www.ambito.com/922598-macri-aun-apuesta-al-iinflation-targetingi