En el día en que la divisa trepó a $ 28,42, Macri llamó al ex titular del Central a una reunión de urgencia a Olivos y le pidió la renuncia. Un gesto para el mercado
Luego de un día cargado de rumores, y con un fuerte malestar en el Gobierno por una nueva disparada del dólar cerró en $ 28,42, Federico Sturzenegger presentó ayer su renuncia como presidente del Banco Central. Lo reemplazará el hasta ayer ministro de Finanzas, Luis Caputo, cuya cartera volverá a integrarse con la de Hacienda, a cargo de Nicolás Dujovne. De acuerdo con la carta de dimisión, el detonante fue el deterioro de credibilidad que venía sufriendo en su cargo, «atributo clave para llevar adelante la coordinación de expectativas tan importante» en la tarea que se le había encomendado.
Fuentes cercanas a Sturzenegger afirmaron que el economista estaba «cansado y frustrado» por no poder controlar el tipo de cambio, pero desde la entidad aseguraron que no se esperaba esta decisión. «Fue convocado de urgencia a Olivos a una reunión con Macri, Caputo y Dujovne Nicolás, ministro de Hacienda y le pidieron la renuncia», afirmaron. Con él se irá parte del directorio del Central: Demian Reidel, Francisco Gismondi y Mariano Flores Vidal. También el economista jefe de la entidad, Andrés Neumeyer.
La salida de Sturzenegger se produjo horas después de conocida la carta de intención que el Gobierno le envió al FMI en el marco del programa acordado por tres años, que el Directorio aprobará la semana próxima. La autonomía de la entidad monetaria y la poca intervención en el mercado de cambios para frenar al dólar fueron parte de las condiciones del Fondo, explicitadas en el documento conocido ayer.
El malestar con la política monetaria que venía aplicando Sturzenegger se venía percibiendo desde los últimos meses. El cambio de metas de inflación del 28 de diciembre, impulsadas por el ala política del Gobierno, fue el desencadenante de la desconfianza. El economista no logró controlar el mercado, subió el riesgo país y el dólar encaró una carrera imparable, impulsada además por la suba de las tasas de interés en los Estados Unidos, que incentivaron la huida de los capitales. La dolarización de las carteras generó una fuerte devaluación, que no cesa desde fines de abril.
Un último intento para generar confianza fue el anuncio del acuerdo con el FMI, donde Sturzenegger y Dujovne aseguraron que se impulsaría la autonomía del BCRA y que el tipo de cambio flotaría libremente. Mencionaron que sólo intervendría el organismo en casos puntuales. La apuesta era a que la noticia de que el Fondo le prestaría u$s 50.000 millones a la Argentina le pondría un freno al dólar. Pero tampoco fue suficiente.
Lo cierto es que si bien en el Gobierno veían razonable que el tipo de cambio se ubique en torno a los $ 28, el objetivo era que ese camino sea gradual. Los economistas proyectaban ese número para fin de año. El traslado a precios que la devaluación genera casi inmediatamente sumado al costo político de tener una divisa que no frena su escalada influyeron para que Macri tomara ayer la decisión que gran parte del gabinete le estaba reclamando.
El Presidente venía analizando la situación desde los últimos días. Incluso, hubo sondeos a economistas como Miguel Kiguel para que ocupe el cargo que dejaría Sturzenegger. De todos modos, finalmente la decisión fue nombrar a Caputo, gran conocedor de los mercados. «Creo que en un momento se decidió tratar de ver si había una forma de controlar el tipo de cambio, que venía subiendo desde hacía rato, y no se lograba. Entonces buscaron alguien que conoce no tanto de política monetaria, pero sí de manejo del mercado y de expectativas, además de que hizo un buen trabajo en finanzas», afirmó Kiguel. Dujovne daría hoy una conferencia de prensa para explicar los cambios y cómo quedará la nueva estructura que tendrá bajo su ala.
En su carta de renuncia, el saliente titular del BCRA se mostró agradecido con Macri por haberlo respaldado de forma «inquebrantable», por las oportunidades que le dio y por el «privilegio» de haber compartido parte del camino con él.
Cómo quedará el directorio del Central
Con Sturzenegger, presentaron la renuncia cuatro funcionarios del Banco Central. Se trata del vicepresidente 2º, Demian Reidel, el director Francisco Gismondi; el gerente general, Mariano Flores Vidal; y el economista jefe, Andrés Neumeyer. Si bien se especuló que también saldría de la entidad el vicepresidente Lucas Llach, finalmente fue confirmado en su puesto.
En tanto, se mantendrán en sus puestos de directores Pablo Curat, Horacio Liendo, Enrique Szewach y Fabián Zampone. Caputo llegará a la entidad monetaria con parte de su equipo y se especula con que podría llegar a ocupar los dos cargos de directores que estaban vacantes. De todos modos, aún se desconoce si estas designaciones deberán pasar por el Senado y si irán junto con el proyecto de reforma de la carta orgánica, que incluye cláusulas más duras para la remoción de funcionarios.