La decisión de la Cámara de Apelaciones de rechazar el pedido de levantamiento de la medida cautelar (stay) la semana pasada, a la espera de que se expida la Corte Suprema de Estados Unidos, terminó de confirmar la evaluación del riesgo de default argentino que el mercado está llevando a cabo desde el momento previo a las elecciones. Durante las últimas semanas, los inversores están evaluando que se redujo la probabilidad de que la Argentina entre en cesación de pagos.
Es así que los Credit Default Swaps (CDS) a un año experimentaron la mayor declinación del mundo en los dos últimos meses, al pasar de 5.300 puntos básicos a principios de septiembre a 2.800 puntos básicos ayer, mientras que los CDS a 5 años se redujeron en el mismo período de 3.000 a 1.800 puntos básicos.
“Si bien son caídas importantes, recordando que los CDS a un año y 5 años tocaron valores máximos de 8.900 puntos básicos y 3.640 puntos básicos respectivamente, todavía son valores sensiblemente más altos que los que se observaban previo al primer fallo de Griesa en octubre de 2012, cuando el primero se situaba en 630 y el segundo, en 970 puntos básicos”, explicó Diego Chameides, economista de Quantum Finanzas, al ser consultado por El Cronista.
Según Jorge Piedrahita, los CDS tuvieron una contraccion muy importante luego de las primarias (PASO) y comenzaron ampliarse levemente luego de las elecciones legislativas. “La negación del pedido de levantar el stay realizado por los holdouts reduce la incertidumbre y ayuda, pero era lo que cualquier inversor informado esperaba. Por ello, la consecuencia en los precios es muy leve. En los próximos meses el tema de los litigios seguirá siendo una espada de Damocles”, agregó Piedrahita.
Lo cierto es que el fallo que exige a la Argentina pagar a los tenedores de bonos impagos u$s 1.500 millones cuando el país cumpla con su deuda reestructurada se postergó hasta que la Suprema Corte decida si acepta el caso, lo cual es improbable que ocurra hasta 2014, según estiman expertos legales. La medida se suma a las expectativas de que podría existir un arreglo extrajudicial entre los fondos privados para evitar que el país entre en un default técnico.
Para Chameides, aunque el resultado de las elecciones pudo haber tenido algún impacto, los precios están reflejando una mayor posibilidad de un acuerdo con los holdouts y la aparente predisposición del Gobierno por solucionar una serie de cuestiones que le facilitaría el acceso a los mercados internacionales, como el acuerdo con las empresas que tienen sentencias firmes en el CIADI y la configuración del nuevo IPC.
Sin embargo, las previsiones a futuro no son muy positivas. Una vez que el mercado descuenta las buenas noticias, los indicadores de riesgo pueden volver a escalar. “Creo que los riesgos de cobertura contra default van a subir a mediano plazo otra vez. Serán dos años difíciles para el país, donde se implementarán medidas en contra del mercado”, explicó Walter Molano, jefe de research de BCP Securities.