El Gobierno dejó de pelear la pesificación y decidió dar un paso hacia la dolarización de su cartera.
Finalmente el Gobierno está haciendo frente a la escasez de dólares que empieza a sentir en las mismas arcas del Banco Central. Si ya había arriado de las banderas de la pesificación con el lanzamiento del blanqueo y la creación de los instrumentos en dólares (los Cedin y los Baade), al no haber contado con la colaboración de quienes fugan divisas, las autoridades debieron dar otra vuelta de tuerca estos días.
Lo hicieron al prohibir a las cerealeras financiarse en pesos en el mercado interno, obligándolas prácticamente a tomar dólares en el exterior e ingresarlos así al país.
Vale decir que lo que se quiso prohibir a la población (dolarizar sus carteras) lo empieza a hacer el Banco Central. Es todo un mensaje para los ahorristas. Si el Central quiere dolarizar su portafolio, es porque la divisa extranjera es un bien escaso. Y como todo bien escaso, su precio tiende a valorizarse en el tiempo.
Continuando con la calma post-electoral y dejadas de lado las jornadas de toma de ganancia en la Bolsa, los bonos continuaron con su sendero alcista.
En la semana, los títulos cotizaron con firmeza en las plazas extranjeras. Localmente se vieron algo más volátiles por la evolución de la cotización del dólar. El “contado con liquidación”, que se obtiene del cociente de la cotización de un bono o acción local y su precio en el extranjero, se movió en torno a los $9,20 en jornadas tranquilas luego del escenario electoral, mientras que el dólar paralelo se redujo de su pico preelectoral de $10 para ubicarse en torno a los $9,90.
En este contexto, una estrategia interesante es refugiarse en bonos provinciales con legislación extranjera. Si bien los de la provincia de Buenos Aires se encuentran regidos por ley New York, no están alcanzados por el conflicto. También se pueden encontrar bonos de Mendoza con legislación inglesa o de New York, que tendrían un atractivo mayor ya que la provincia dispone de ingresos en dólares por regalías hidrocarburíferas. Como contrapartida, estos bonos requieren de una inversión mínima de 10.000 unidades, unos $38.000.
En los bonos soberanos, los títulos directamente afectados por una eventual aplicación del fallo de la Corte de Apelaciones, como el Par con legislación Nueva York, tienen un rendimiento bastante atractivo, aunque se trata de un título recomendable sólo para los que sigan el litigio de cerca. Como alternativa de ahorro en dólares, el Boden 2015 (RO15) tiene un rendimiento menor que el Bonar X (AA17), pero se cobra dos años antes.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/Central-dolares_0_1027097653.html