El BCRA inyectó más de $ 335.000 millones como consecuencia del desarme de Lebac que efectuó la semana pasada. Sin embargo, ya retiró la mayor parte de esa liquidez
En tan solo dos días, el Banco Central (BCRA) logró absorber dos tercios de los pesos que expandió en la licitación de Lebac del martes pasado.
La estrategia que permitió al organismo conducido por Luis Caputo bajar el stock de letras en $ 327.073 millones entre martes y miércoles significó una inyección de $ 335.600 millones. No obstante, el jueves siguiente ya había retirado $ 213.240 millones.
El lunes pasado la autoridad monetaria anunció el plan para cancelar Lebac y eliminarlas hacia fin de año. En consecuencia, el martes solo renovó $ 201.701 millones de los $ 330.000 millones que vencían.
Según cálculos de la consultora LCG, el resultado fue una inyección de $ 125.100 millones que se sumaron a los $ 210.500 millones de Lebac que estaban en manos de bancos a los que el BCRA les prohibió renovar sus posiciones.
Para hacer frente a $ 335.600 millones que volcaría a la calle tras la operación, la autoridad monetaria acompañó la decisión con una serie de medidas destinadas a canalizar el excedente de liquidez que resultaría de la reducción del stock.
La mayor expansión vino por el lado de los bancos y gran parte de los pesos que les sobraron fueron a Leliq, es decir, otro pasivo remunerado del BCRA exclusivo para bancos pero a 7 días de plazo y con tasa de 45%.
El miércoles posterior a la licitación, el stock de estos instrumentos sumó (y esterilizó) un total de $ 102.381 millones.
Otro punto que afectó directamente al desarme de Lebac en poder de los bancos fue la suba de 3 puntos en los encajes, que absorbió unos $ 60.000 millones según el propio BCRA. Finalmente, la tercera vía que ayudó a contrarrestar la inyección fueron los pases, que el miércoles (último dato disponible) contrajeron $ 19.962 millones.
Por otra parte, el plan de cancelación de Lebac incluía que el BCRA ofertara una cantidad menor al vencimiento en cada licitación. Luego de la operación de desarme del martes, se volcaron a la calle unos $ 125.100 millones que hasta ese momento los jugadores no bancarios tenían invertidos en Lebac.
Una parte de esa liquidez fue canalizada con las 5 subastas de reservas en el mercado cambiario que realizó el BCRA entre martes y jueves de la semana pasada. En total, el organismo vendió u$s 1036 millones y aspiró $ 30.897,7 millones con esas ventas.
También vale destacar que, aunque no absorben liquidez en sentido estricto, parte del dinero que se liberó en la licitación de Lebac (especialmente los provenientes de fondos comunes de inversión) suscribieron las Letras del Tesoro (Letes) en pesos a 105 y 224 días que se colocaron el miércoles. Si bien pagaron tasas inferiores a las que ofrecen las letras del BCRA, las Letes recaudaron $ 23.089 millones.
Otro posible destino de la expansión que generó el desarme de Lebac en manos de inversores no bancarios pudo haber sido la industria de fondos. De acuerdo con LCG, entre el lunes y el miércoles los fondos de money market (que liquidan en el día e invierten en cuentas remuneradas y plazos fijos) crecieron $ 33,5 millones, que podrían haber terminado en cuentas a la vista en los bancos.
Aunque la primera parte de la operación de desarme de Lebac parece haber sido relativamente exitosa, todavía quedan varios test por delante. «El próximo 19 de septiembre el BCRA enfrentará un vencimiento de unos u$s 15.000 millones que equivale al 69% del stock total y al 27% del nivel actual de reservas internacionales. Asimismo, el 73% de los u$s 21.657 millones de Lebac (que se redujo en un tercio tras la licitación) está en manos de inversores «no-bancos», apuntó un informe de GMA Capital.