En los primeros ocho meses, los cargos por incobrabilidad en los bancos extranjeros aumentó desde el 1% al 1,4%, según el último dato oficial. La mayoría de estas deudas corresponden a consumos realizados con plásticos. Para que los clientes puedan seguir gastando, bancos cuotifican el saldo para abonar la deuda en 24 pagos o lo transforman en un préstamo personal
Los ajustes salariales no llegan a cubrir la inflación y el bolsillo lo siente. Así, muchos clientes bancarios tienen cada vez más problemas para llegar a fin de mes, lo que se traduce en dificultades para hacer frente al vencimiento de su tarjeta y administrar la deuda que se acumula. Si bien el sistema financiero aún muestra niveles de morosidad muy bajos, tanto históricamente como en comparación con otros países, las entidades reconocen que ven con preocupación un fenómeno que se viene acentuando este año, con incrementos de hasta 40% en los cargos por incobrabilidad en algunos bancos, que empiezan a adoptar estrategias para evitar un mayor deterioro de las carteras.
A nivel sistema, estos cargos hoy se ubican en 0,9% de activo, un punto por encima del año pasado. Pero en la banca extranjera, por ejemplo, el indicador muestra un avance del 1% al 1,4% en los primeros ocho meses del año en comparación con el 2012, según datos del Banco Central.
¿Qué están haciendo las entidades ante esta disyuntiva? Algunas incrementan los montos mínimos a abonar, otros canjean la deuda con tarjeta por préstamos personales (otorgando cuotas para poder descomprimir el saldo de la tarjeta), y de esta forma darle “aire” al cliente de poder seguir consumiendo. Otros bancos directamente cuotifican la deuda, lo que en la jerga se denomina la “cuotificación de saldos”: la cuota queda enganchada en forma directa a la tarjeta.
Los destinatarios son los segmentos C3, los más bajos de los bancarizados, al pertenecer a la última capa de empleados formales. “Con las cuotas alivianás la carga mensual, porque de lo contrario la persona no podría seguir consumiendo con la tarjeta. Noviembre y diciembre son meses típicos de financiaciones, y luego con el aguinaldo la gente se acomoda y paga.
Cuando el cliente necesita un dinero extra, se le da un préstamo personal con un plan de 60 cuotas. Desde luego, en ese caso la tasa es más alta, ya que el riesgo de incobrabilidad es mayor”, revelan en el sector.
Guillermo Barbero, socio de First Corporate Finance Advisors, sostiene que el alza en la mora no sólo obedece al deterioro en las condiciones macroeconómicas, sino también a los clientes nuevos que se están incorporando a la bancarización, gran parte por medio de préstamos en cadenas de retailers, que pertenecen a sectores que antes no accedían a un plástico, de los estratos C2 y C3, que tienen una mora más alta: “Si a una cartera de clientes ABC1 le incluís sectores C2 y C3, es lógico que la incobrabilidad suba”, advierte Barbero.
El ejecutivo cuenta que ahora no sólo se proyecta el comportamiento de riesgo de un cliente, sino también se hace un scoring crediticio a la hora de salir a cobrar la deuda. En base a la historia y antecedentes personales, se aplica la fuerza de cobranzas de una manera inteligente (Data Minning en la jerga): a los más remolones se les recuerda el vencimiento de la factura desde cinco días antes.