Los analistas no descartan ver en las próximas semanas tasas de interés aun más elevadas. A pesar que la meta de crecimiento nulo de la base monetaria no es tan así, el plan es como si Houdini hubiera arrojado la llave del candado.
Crujen las tesorerías, sobre todo, de las pymes. Las tasas de interés ya están en niveles complicados para financiar descalces de corto plazo. Sin embargo, los analistas auguran que en las próximas semanas e incluso por lo que resta del año se verán todavía mayores niveles. El viernes el call money de primera línea operó en 68% anual mientras la tasa promedio de adelantos en el 78% anual. De ahí en adelante, o sea, para la segunda y tercera línea de empresas, solo resta imaginar las tasas pedidas.
Es que el apretón monetario prácticamente no da margen. La meta monetaria pactada con el FMI, de crecimiento nulo de la base monetaria, en realidad contempla implícitamente un crecimiento del 8% hasta junio del próximo año (casi un 11% anualizado) por razones estacionales. Así y todo, la contracción esperada del crédito al sector privado será muy fuerte. Ya en septiembre la caída en términos reales implica un fuerte freno a la oferta disponible de financiamiento al sector privado.
El BCRA puso foco en el nivel de liquidez del sistema financiero con el fin de desinflar la presión sobre el mercado cambiario y los precios. Intenta domar al «mustang» cambiario, al parecer, cueste lo que cueste. Es decir, que la tasa de interés encuentre su equilibrio, en el nivel que sea. Claro que la contracara de esto es la profundización de la recesión. Hoy el mercado ya no solo debate la extensión de la recesión sino cuán honda será.
El programa monetario parece tener la ventaja de haber partido de un tipo de cambio real alto, pero viendo la historia no es recontra alto, es aproximadamente un 15% a 20% inferior al promedio de Néstor Kirchner-Roberto Lavagna. Pero muestra un flanco débil en el bajo nivel del circulante en poder del público en términos del PBI, menos del 5%, el más bajo desde 2004 según estimaciones de Macroview.
Por ello desde el ente monetario confían, y así lo entiende el Gobierno, que el fuerte proceso de atesoramiento minorista registrado desde marzo pasado debe comenzar a revertirse. Lo que implica que los que compraron dólares para atesorar decidirán ofertarlos en el mercado. Vale recordar que mensualmente más de 1 millón de personas físicas y otro tanto de personas jurídicas hicieron compras promedio de u$s3.000 mensuales. Estas personas, quizás, apremiadas por el fuerte aumento del costo de vida y demás gastos domésticos junto al rezago de sus ingresos familiares, opten por recurrir a sus ahorros dolarizados (el famoso «canuto») y salgan a vender para cubrir sus desequilibrios. Lo mismo debería ocurrir con los pequeños y medianos empresarios. «¡No me van a decir que solo compraron dólares las familias todos estos meses! ¿No? Bueno, si no quieren afrontar el mayor costo financiero que usen el canuto», señaló una alta fuente del BCRA en diálogo con este diario. El problema, claro, es para aquellos que no lograron «encanutar» nada.
Desde que Macri asumió el atesoramiento suma más de u$s52.000 millones. Algo de esto debería comenzar a aparecer en las próximas semanas. Por lo menos, esta es la esperanza del BCRA y del Gobierno. Ya que si algunos empiezan a desprenderse de parte de sus «canutos» la oferta de divisas sentirá una bocanada de aire fresco. De esta manera, dada cierta apreciación del tipo de cambio el BCRA apuesta a una inyección de pesos en función de un aumento de la demanda de dinero. Lo que tiene en claro el mercado es que dado el plan fiscal y monetario sino aparecen los «canutos» el panorama se complicará aún más. La recesión se agudizará y seguramente complicará el flanco fiscal.
Fuente: http://www.ambito.com/935860-el-gobierno-confia-en-el-exito-del-plan-canuto