Para 2019 también estima una baja de 1,6% y una inflación de 20,2%. Cita de Dujovne y Lagarde en Bali.
Luego de las turbulencias financieras de los últimos meses, el Fondo Monetario Internacional revisó sus pronósticos de crecimiento e inflación para la Argentina: vaticinó que nuestro país estará en recesión al menos hasta el año próximo y que la inflación rondaría un 40% este año y un 20% en 2019.
En el proyecto de Presupuesto, el Gobierno estima para 2019 una caída de 0,5% del PBI (por arriba de las expectativas del FMI) y una inflación de 23%.
En Informe sobre Perspectivas Globales (World Economic Outlook) fue difundido este lunes en el comienzo de la Asamblea anual del FMI que se realiza este año en Bali, Indonesia, donde arribó el ministro de Economía Nicolás Dujovne para exponer el caso argentino y las medidas que se están tomando a nivel fiscal.
En el marco de esta Asamblea, el funcionario se reunirá con la directora del Fondo, Christine Lagarde, con quien revisará el avance de las reformas implementadas tras el renovado acuerdo con el FMI suscripto el 26 de septiembre por US$ 57.000 millones, que le permitirán refinanciar la deuda hasta el 2020, a cambio de lograr el año próximo el equilibrio fiscal.
El programa, que fue anunciado en Nueva York, todavía debe ser aprobado por el Directorio Ejecutivo del organismo y se estima que sorteará esa etapa sin dificultades aunque, por cuestiones formales de agenda, la reunión podría ser programada recién hacia fin de mes, cuando los directores regresen de Indonesia a Washington. Solo entonces comenzarían los desembolsos para el Tesoro argentino.
Dujovne aprovechará la reunión para ultimar los detalles de la Carta de Intención que el Gobierno debe elevar al board. Poco antes de que el funcionario llegara a Indonesia, la Argentina recibió el respaldo explícito del G7, el grupo de países con las economías más poderosas del mundo, que destacaron la agenda de reformas del Gobierno y el compromiso alcanzado con el FMI.
En el capítulo de nuestro país del reporte difundido ayer, el Fondo señaló que “después de haber crecido un 2,9% en 2017, se espera que Argentina contraiga su PBI un 2,6% en 2018, una fuerte revisión a la baja comparada con los pronósticos de nuestro informe mundial de abril de 2018” (cuando auguraban un crecimiento de un 2%).
Estos nuevos números “reflejan las recientes disrupciones del mercado financiero, las altas tasas de interés y la rápida consolidación fiscal bajo el acuerdo Stand by aprobado en junio”, señaló.
El informe agrega que se espera que la economía se contraiga un 1,6% en 2019. El reporte no consigna qué sucedería en los años venideros, pero se estima que el PBI comenzaría a crecer y, para más adelante el FMI ya es mucho más optimista: espera para el 2023 “un crecimiento del 3,2% en el mediano plazo, bajo la firme implementación de las reformas y el regreso de la confianza”.
Con respecto a la inflación, el reporte consigna que (medida a fin de período) este año cerrará en un 40,5% y un 20,2% el año próximo.
Los técnicos destacan el impacto de la devaluación en el aumento de precios.
Dujovne arribó ayer a Bali después de casi 36 horas de vuelo y su intención es pasar allí al menos una semana porque tiene una agenda apretada. Además de la reunión con Lagarde, el ministro tendrá encuentros bilaterales con el secretario del Tesoro estadounidense Steven Mnuchin y con sus pares de Francia, Bruno Le Maire, y de Suecia, Magdalena Anderson. También participará de la cumbre de ministros de Finanzas y jefes de Bancos Centrales del G20 (Argentina ocupa este año la presidencia del grupo), antes del encuentro de los presidentes en Buenos Aires a fines de noviembre.