Si la licitación de Lebac es baja, el Central deberá liberar una importante masa de circulante a los inversores no bancarios
La semana comienza con un evento que concentra la atención de los inversores. Mañana martes, el Banco Central licitará Lebac por entre $ 100 y 150 mil millones, poco menos de la mitad de lo que le queda en el stock.
La operatoria es clave porque si la renovación de estos títulos es baja deberá liberar una importante masa de circulante a los inversores no bancarios. Por eso, además de la licitación de Letras de Liquidez (Leliq), hay preparada otra de Letras del Tesoro (Letes) para que todas las aspiradoras se lleven los pesos que deje afuera la licitación de Lebac.
A cuenta de este panorama, el dólar mayorista subió el viernes 14 centavos (0,50%) a $36,79. En el mercado de futuros, el dólar abrió en baja y estuvo en esa tendencia hasta minutos antes del cierre. Es que el Banco Central intervino en todos los plazos hasta diciembre para controlar el precio de la divisa, pero los inversores aguantaron con paciencia y consiguieron torcerle el brazo a la autoridad monetaria que no pudo impedir que el dólar futuro cierre en los valores del día anterior.
Por otro lado, el único indicador netamente argentino en el feriado de ayer, los ADR’s, certificados de acciones que cotizan en Wall Street en dólares, terminó con alzas, pero no alcanza para poner optimismo atenuar en una semana de malos augurios porque las bolsas norteamericanas volvieron a bajar y el déficit fiscal de los Estados Unidos es el más alto de los últimos seis años lo que se traducirá en más emisiones de Bonos del Tesoro, más altos rendimientos de esos bonos y más subas de tasas de la reserva Federal para evitar la inflación.
En los ADR’s predominaron las subas. Cresud (+3,24%) y Loma Negra (+2,56%) fueron lo más destacado. Estas alzas se hicieron con escaso movimiento y corresponden a arrastres de operaciones del viernes. Pero si se toma distancia, el panorama de los ADR’s es desalentador. Los bancos perdieron hasta más de 60% del precio de sus acciones en lo que va del año.
Con este escenario, la Argentina y varios países emergentes, han quedado atrapados: tienen el riesgo país elevado y el único prestador de dólares que es el de última instancia, el FMI. El organismo internacional parece llamado a repetir la operación que hizo con la Argentina con otros emergentes. En otras palabras, el Gobierno queda más atado al organismo internacional y con pocas posibilidades de pedir waivers (permiso para incumplir cláusulas del convenio).
Por otra parte, que los consumidores y la oposición hayan logrado que el Gobierno retroceda con el reajuste del gas, es una señal de debilidad para los que operan en los mercados. Y sin ese poder será difícil sostener un programa tan austero como el plan monetario.
Lo que sucedió en Estados Unidos el lunes no ayuda. Cayó Wall Street y el Nasdaq. El S&P 500 y el Dow Jones, la semana pasada acumularon pérdidas de más de 4%. Ahora deben sumarle caídas de hasta 0,60%.
Donald Trump, por su parte, subió su apuesta con más aranceles para China. Las empresas están inquietas. La noticia de la quiebra de Sears, puso más tensión en el mercado y por eso subió el oro 0,70% porque muchos inversores están buscando refugio ante la incertidumbre. La tasa del Bono del Tesoro a 10 años está en 3,16% y el dólar subió ante las seis principales monedas del mundo 0,15%.
En la Argentina hay que prestarle atención a un dato. Las Leliq bajaron el viernes 0,1 puntos su tasa en la última licitación. El dólar mayorista respondió con subas como marcándole un límite de tolerancia.
El problema más grave que plantea este escenario es que las ganancias a plazo fijo o en depósitos indexados son más elevadas que las que da el capital productivo. Es decir, gana más el ahorrista inmovilizando su dinero en el banco que un empresario que enfrenta tasas impagables para tomar crédito, que opera a 50% de su capacidad productiva y tiene problemas para pagar sueldos y proveedores.