Lo que quedó en evidencia el día después de la licitación de Lebac es que el peso que quede suelto en el mercado va a buscar al dólar y que la meta del Banco Central de bajar las elevadas tasas no solo está lejana, sino que el mercado está demandando cada vez más para quedarse en la moneda local. De la licitación de Lebac del martes habían quedado sin colocar $ 120 mil millones. Pensaban absorberlos con la colocación de Letras Capitalizables (Lecap). Pero la tasa que pedía el mercado obligó al Banco Central a aceptar 64% de las ofertas.
Por caso en las Lecap más cortas a 193 días, las propuestas sumaron 67.615 millones, pero la tasa de corte de $ 993,90 hizo que se tomaran apenas $ 35 mil millones a una tasa de 54,948% que equivale a 4,58% mensual. Como el plazo es de algo más de seis meses, el inversor al final del período sumara una tasa efectiva de 35,25%. En este segmento 49% de los ex tenedores de Lebac consideró insuficiente la tasa.
Menos pesimista fue la colocación de Lecap a 377 días, donde sobre una oferta de $ 51.088 millones se aceptaron $ 40 mil millones. La tasa fue de 49,94 anual que equivale a 4,16% mensual. En un poco más de un año, ganan 66,5%, un número que es 50% más alto que la inflación actual. «Se puede tener una tasa de interés positiva de cinco o seis puntos sobre la inflación, pero una de 25 puntos es inconcebible. El Gobierno está sobreactuando en la contención del dólar», opinó Martín Redrado.
Si en 2019 piensan tener una inflación más baja (estas Lecap vencen a fin de octubre del año que viene) la renta será surrealista. Cualquier empresa celebraría una ganancia de esa magnitud, aunque asume más riesgos que el que coloca el dinero en bonos. Lo que no sabrán es explicarle a la casa matriz como alguien que hace un plazo fijo o compra estas letras que tienen garantía del Estado, ganan más que una empresa, que maneja empleados, paga a proveedores, invierte en maquinarias y paga elevados impuestos. Ninguno de los inversores en estos títulos tributa Ganancias o el impuesto de bienes personales.
De hecho, las Lecap en el mercado secundario se vendieron a un precio algo mayor al que se pagó con lo que la tasa para los nuevos poseedores se redujo a menos de 50% anual. Las Lebac, que se licitaron el martes a 57%, también subieron de precio en el mercado secundario y su rendimiento bajó a 46,25% para 35 días y 49,50% a 62 días.
Pero el Banco Central vende su alma al diablo a un precio cada vez menor con tal de que el dólar no suba. Una prueba es que, como con esta licitación no pudo absorber todos los pesos que liberó el día anterior, aumentó la oferta de Letras de Liquidez y licitó $ 185.053 millones, la cifra más alta desde que comenzó esta modalidad de absorber pesos de la plaza. La tasa que pagó también fue más alta que la de la rueda día anterior: 73,92% y está a solo 0,10 puntos de la tasa máxima que pagó hace pocos días. No hay que olvidar que la mayor parte de las Leliq licitadas son para renovar vencimientos, por eso tuvo que licitar un monto mayor y así logró absorber $ 74.735 millones.
A pesar de todo este esfuerzo, hubo inversores que no se vieron seducidos y se volcaron al dólar. El Banco Central se dio cuenta cuando en bancos y casas de cambio el dólar subió 22 centavos a $ 36,24 (+0,49%). A su vez, el dólar mayorista, aumentó 12 centavos a $ 36,24, pero antes llegó a tocar un máximo de $ 36,50.
«El FMI le dejó pocas armas al Banco Central para enfrentar la suba del dólar. Por eso están sacrificando actividad económica. El riesgo que veo es que, con la inflación que están soportando -y van a soportar-, si no lo dejan subir van a volver a caer en el pecado original que nos trajo a esta situación que es el atraso cambiario», señaló Redrado, que estima que la salida de dólares del país disminuyó a USD 1.500 millones mensuales después de este ajuste.
A todo esto, las reservas, bajaron USD 182 millones a 48.267 millones porque en el exterior por la caída del euro y otras monedas, se perdieron USD 57 millones y se pagaron USD 4 millones a Brasil.
La Bolsa sigue pagando el costo de la pérdida de atractivo de las acciones por las elevadas tasas. Con negocios irrisorios por $392 millones, perdió 2,41%. Los bancos y las empresas de energía fueron las más castigadas. La acción de Transener (-5,46%) fue la más castigada seguida por Banco Supervielle (-4,73%), Pampa (-4,38%) y Macro (-4,10%). Solo subió Petrobras (+0,73%) debido a que el dólar cayó 1% frente al real.
En Wall Street, los ADR’s argentinos que cotizan en dólares, solo subieron Mercado Libre (+1,55%) y Ternium (+1,38%). Banco Supervielle (-5,35%) encabezó el derrumbe.
Los bonos locales, a pesar de la suba del dólar, bajaron de precio. El contrasentido de un dólar billete en alza y bonos en baja hizo subir el riesgo país a 660 puntos (+3,77%). Parte de la situación la tuvo la suba de la tasa de los bonos del Tesoro norteamericano a 3,18 por ciento.
La contracara, fue Brasil donde el riesgo bajó 0,39% a 255 puntos. «El precio de todo esto va a ser la actividad económica. Puede haber desempleo de dos dígitos, pero el Gobierno está decidido a seguir el único camino que puede tomar para evitar la suba del dólar. Creo que en algún momento va a bajar la tasa para que el tipo de cambio no quede atrasado respecto a la inflación y para eso puede darle algo más de liquidez a la plaza comprando dólares», pronosticó Redrado.