La época del año y la artillería de la ANSeS conspiraron juntas para el derrumbe del dólar blue, que cae 45 centavos hasta $ 9,07 en la primera rueda del mes. Como cada año, diciembre empieza con liquidaciones de divisas en el mercado informal y, en esta ocasión, viene acompañado de varias ruedas con ventas de bonos del ente previsional que ayudan a bajar el dólar implícito en activos y a empujar aún más al paralelo.
En los más de dos años de experiencia que tiene ya el mercado bajo el peso del cepo, diciembre ha mostrado ser tan interesante como predecible. La primera quincena del mes ha sido siempre bajista para el precio del dólar informal, casi tanto como –más tarde- resultaron alcistas los siguientes quince días.
Este mes llega con obligaciones de pagos en pesos, principalmente aguinaldos y otros gastos laborales, para los que muchos empleadores se preparan acumulando stocks de divisas que liquidan (en parte) en estos días. Pasados esos primeros quince días, los aguinaldos en la calle, la demanda por turismo y la acelerada emisión monetaria (se calcula en $ 30.000 millones para este mes) devuelven al blue a las subas.
A la estacionalidad propia de cada cierre de año se suma en esta ocasión la oportuna aparición de la ANSeS. El Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la entidad, que maneja una cartera valuada en $ 270.000 millones, lleva una sostenida política de venta de bonos en dólares con los que hace caer su precio y, con él, el dólar implícito o “contado con liqui” (en rigor, hace bajar el precio en pesos de los bonos, mientras que su precio en dólares se mantiene intacto).
La semana pasada el ente previsional puso especial énfasis en esa estrategia y -según fuentes oficiales- su titular, Diego Bossio, confía en que este año podrá contener el rally que sufren a fin de año las cotizaciones paralelas del dólar.