Está analizando dos instrumentos: uno para exportadores y otro para el público en general; quiere frenar las expectativas de una brusca devaluación
El tipo de cambio oficial escaló ayer otros centavos, a $ 6,24, pero los dólares privados siguieron sin aparecer. Por lo que el Banco Central (BCRA) debió sacrificar US$ 169 millones de sus reservas para satisfacer la demanda natural de importadores y de empresas, y sus reservas terminaron en US$ 30.480 millones.
Según confiaron fuentes del mercado, no obstante, la entidad que preside Juan Carlos Fábrega estaría trabajando en el desarrollo de dos instrumentos en pesos, pero con un rendimiento atado a la evolución del tipo de cambio, para contener las expectativas de una mayor devaluación y, al mismo tiempo, satisfacer la demanda de divisas de los inversores.
Desde que la autoridad monetaria aceleró el ritmo de devaluación del billete oficial para intentar achicar la brecha con el tipo de cambio paralelo -que ayer volvió a subir 0,73%, a $ 9,69-, los exportadores se corrieron por completo del mercado a la espera de poder obtener más adelante un mejor precio para sus divisas. Por eso, en las últimas semanas, si bien la demanda de dólares se mantuvo prácticamente estable, el BCRA quedó como único vendedor y sus reservas dieron cuenta de ello: cayeron US$ 630 millones en lo que va de diciembre.
Parte de la estrategia del BCRA para contrarrestar la caída de reservas pasaría luego por desarrollar instrumentos atados al dólar, que seduzcan a los exportadores y, al mismo tiempo, aplaquen la especulación de un fuerte salto en el tipo de cambio.
Primero, el BCRA ya habría acordado con las cerealeras entregarles una letra en pesos atada al dólar (dollar-linked , como se la llama en la jerga financiera), a cambio de que éstas consigan en el exterior préstamos en dólares en adelanto de las divisas que recibirán a partir de marzo o abril como parte de la cosecha gruesa. Aunque desde el Gobierno se habló que podrían llegar a ingresar por las cerealeras US$ 2000 millones, por ahora, sólo se habría acordado una primera cuota de US$ 350 millones.
La idea del BCRA, confiaron las fuentes del mercado, sería que la letra se pueda endosar, cosa de que pueda circular de las cerealeras a los productores de granos que, según estimaciones que se manejan en la autoridad monetaria, tendrían unos 10 millones de toneladas de soja almacenados, por unos US$ 6500 millones.
"Mientras Economía trabaja sobre salarios y precios, se está apuntando en el Central a mejorar la liquidación del sector agropecuario, dándole cobertura con una letra", confirmó a LA NACION una fuente al tanto de los planes del BCRA. "A medida que se vaya generando confianza, los productores también van a aceptar vender la soja que tienen retenida a cambio de una letra que les garantice una cobertura frente a la depreciación del peso", aseguró.
Asimismo, el BCRA estaría evaluando desarrollar un instrumento similar para licitar semanalmente en el mercado y colocarlo entre inversores en general, y ya no sólo exportadores. No sería la primera vez que la entidad emite letras -Lebac, en la jerga- en moneda extranjera o atadas a la evolución del tipo de cambio para el público en general. En el pasado, el BCRA licitaba semanalmente tanto letras como notas en pesos y en dólares.
"Se están terminando de definir los detalles, pero la idea es que para la gente haya otra posibilidad de comprar un instrumento que le garantice una cobertura frente al dólar", dijo la fuente.
"Que el Banco Central esté dispuesto a endeudarse en dólares debería interpretarse como una señal de que no va a haber un salto abrupto en el mercado de cambios, como algunos dicen", sentenció.
En el mercado cambiario ayer se vivió una rueda de mucha presión. El Gobierno, no obstante, continuó firme con la estrategia que implementó hace algunos días, vendiendo dólares en el mercado de cambios y bonos en moneda extranjera, a través del Banco Central y de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), para contener la devaluación del billete en el mercado paralelo.
Así y todo, el blue trepó a $ 9,69, mientras que el contado con liquidación, como se conoce el tipo de cambio implícito que surge de la compraventa de bonos en dólares en el mercado local, terminó a 8,63 pesos. "Si no hubiera sido por la intervención oficial, el tipo de cambio paralelo seguía subiendo", admitió un cambista que pidió no ser identificado. "En la medida en que las tasas de interés no suban y sigan sobrando los pesos en el mercado, la presión sobre el dólar va a seguir", opinó.
Ayer, el Gobierno intentó dar una señal de que, en el mediano plazo, buscará ir relajando los controles cambiarios. Por lo menos, dejaron trascender que no habrá restricciones para los turistas que deseen comprar dólares a través del sistema de la AFIP, como sí sucedía hasta ahora, que, aun aquellos contribuyentes que tenían todo al día, no podían acceder al mercado oficial.
PIDEN MODERAR PRECIOS TURÍSTICOS
El secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, les pidió ayer a las cámaras empresarias del sector turístico que "moderen" la suba de precios para la próxima temporada estival. No hubo orden de congelar precios porque "por ahora se les dará la chance de que cumplan", indicaron en Economía. Ayer se supo, por los datos de la balanza turística del Indec, que creció 17,3% el gasto y 6% la salida de los argentinos al exterior durante octubre.