Freno de suscripciones y alta liquidez son las medidas de los fondos por la falta de emisiones dollar-linked y la dificultad para venderlos si se devalúa a corto plazo
El riesgo cambiario lleva a los inversores a volcarse masivamente a los bonos dollar-linked para cobrar en pesos la tasa de devaluación que hoy se acelera, lo que se refleja en los rendimientos negativos de los títulos a corto plazo. Pero la falta de emisiones primarias donde volcar la demanda y las dificultades para venderlos en caso de una devaluación fuerte a corto plazo o que alguna provincia no pueda pagar los bonos atados al dólar llevan también a los fondos dollar-linked a tomar medidas precautorias.
Según pudo saber El Cronista, los fondos con mayores inversiones en títulos dollar-linked vienen fraccionando las suscripciones o mantienen proporciones altas de liquidez para manejar los riesgos asociados a estas inversiones.
"Los fondos han frenado la suscripción porque no tienen dollar-linked. No hay instrumentos", dijeron en una aseguradora que busca dolarizar sus pesos.
Si bien este año los fondos han absorbido la mitad de las emisiones de u$s 2.500 millones de bonos dollar-linked que se realizaron, la oferta es insuficiente para abastecer la demanda o no es de corto plazo, como requieren los inversores. De allí que, por ejemplo, los títulos a 2014 de la ciudad de Buenos Aires tienen rendimientos negativos del 17,36% y 15,38%.
"Se frenan las suscripciones porque no hay dónde invertir. Mantenemos una cartera hiperatomizada en la participación de los activos y de los emisores para no pasar de determinados límites. Si viene un cliente con un 10% de la cartera $ 1.500 millones podes provocar un desbalance en un momento en que no hay activos dónde invertir. Se restringen los volúmenes de ingreso. No hay un patovica en la entrada; el oficial comercial habla con el cliente cuando un institucional decide hacer suscripciones. Quizá se fracciona el ingreso en la medida que se puedan comprar activos: entren en forma gradual o esperamos la emisión de tal para poder habilitar un procentaje mas grande", explicaron en el fondo que desde hace dos meses fracciona los ingresos.
"Los porcentajes son más atomizados que los de otros colegas. Como en todos los fondos, la salida es inmediata, el acreditamiento del rescate no es mayor a 72 horas, y cuidamos mucho la diversificación en la cantidad de clientes", explicaron.
La aseguradora agregó: "Son más precavidos. ¿A quién le vendés los títulos si querés salir? El fondo se los tiene que vender a alguien".
Porque además de que la fuerte demanda por estos activos no es abastecida con las emisiones primarias de las empresas y provincias, también existe un problema de salida de estos activos si se verifica una devaluación a corto plazo o que las provincias no dolarizadas no puedan responder sus obligaciones. "Nosotros tenemos una política muy amplia de liquidez, del 25 al 30% en un fondo de $ 2.000 millones, explicaron en otra administradora. Si tenés que vender, el mercado es poco líquido y profundo, y somos cautos", agregaron.
"El riesgo es que devalúen rápido, y que después la depreciación pase al 10-15% y tasa de interés al 25-30%. Como inversor, no quiero un activo que ajuste al tipo de cambio oficial mientras otro activo por tasas de interés del doble. Puede haber un escenario de salida en manada".
Cuanto más grande el cuotapartista, más difícil para el fondo responder los rescates al tener que vender los activos rápido y a mal precio.
En otro fondo coincidieron: "Hay cierto temor que una devaluación fuerte pueda afectar la capacidad de pago de los que emiten los papeles. Las letras de algunas provincias no tiene relación con sus ingresos, y hay miedo de que no los puedan responder, y haya una pérdida de valor".