El Central cerró otra de las puertas que tenían los bancos para ganar con la bicicleta financiera. Mediante la comunicación A6647, publicada a última hora del viernes, la entidad monetaria determinó que la posición neta diaria de las entidades financieras en Leliq y pases activos no podrá superar el 65% del promedio mensual de los depósitos de sus clientes en pesos o su responsabilidad patrimonial computable del mes anterior.
«En enero registramos entrada de flujos financieros desde el exterior que, sin intermediarse genuinamente en el sistema bancario, se destinaron a Leliq. La norma emitida por el BCRA acota este canal de ingreso porque pueden generar expansión de la base monetaria sin un correlato apropiado en la demanda de pesos», explicaron fuentes del Central.
Los bancos que se encuentren excedidos de este nuevo límite tendrán tiempo de adecuar sus tenencias hasta el 30 de abril, según un cronograma que contempla que al 28 de febrero su posición neta diaria de Leliq y pases activos no podrá superar su patrimonio de enero de 2019 o el 100% del promedio mensual del total de depósitos en pesos de ese mes; y que al 31 de marzo no podrá superar su patrimonio o el 80% del promedio mensual de sus depósitos en pesos de febrero.
Desde el BCRA señalaron que esta reglamentación tiene el mismo espíritu que la emitida en noviembre de 2018 (A6595), que determinó la suba de encajes para las líneas de financiamiento del exterior con el fin de desalentar el carry trade que venían haciendo algunos bancos que cuentan con filiales en el extranjero y así minimizar el impacto de los capitales especulativos en el mercado cambiario.
«Busca cerrar huecos regulatorios y así evitar que flujos financieros volátiles accedan a las Leliq sin el correspondiente encaje prudencial», indicaron desde el BCRA.
Algunos analistas interpretan que, detrás de la medida, podría estar la intención del BCRA de alentar y mejorar la oferta de préstamos. Sin la posibilidad de incrementar sus tenencias de Leliq, los bancos tendrán más capacidad prestable y podrían verse tentados a trasladar más rápidamente la caída de la tasa de referencia a sus líneas crediticias para incentivar la demanda.