El costo del descuento de cheques y del adelanto en cuenta corriente acompaña la baja de Leliq. Sin embargo, por la actividad planchada el stock no crece
El desplome que vive en lo que va del año la tasa de referencia de política monetaria, el rendimiento de la Letra de Liquidez (Leliq) a una semana de plazo, está haciendo caer el costo del financiamiento de capital de trabajo, una de las quejas más habituales contra el esquema monetario de emisión cero. Las tasas de los adelantos en cuenta corriente y el descuento de documentos acompañan, aunque a un ritmo algo más lento, la baja de la tasa de la Leliq. Aunque, claro, las tasas pymes todavía están en niveles privativos y con la actividad todavía pinchada el stock de crédito no crece.
El rendimiento de la Leliq llegó a un pico de 73,52% el 8 de octubre pasado, a poco de haberse implementado el actual esquema monetario de «emisión cero» acordado con el FMI. Desde entonces, la tasa de referencia de la política monetaria -que se fija a diario en las licitaciones de las letras del Banco Central (BCRA)- entró en un camino descendente, que se aceleró tras el inicio de 2019.
Ayer, ese rendimiento se cortó a un promedio de 44.356%, el valor mínimo desde el 10 de agosto pasado, aún antes del último coletazo de la corrida contra el peso y de la intempestiva salida de Luis Caputo de la autoridad monetaria para ser reemplazado por Guido Sandleris, actual titular de la entidad de la calle Reconquista.
Los adelantos en cuenta corriente a una semana por más de $ 10 millones, un instrumento de financiamiento de capital de trabajo que usan empresas grandes, siguieron ese camino aunque algo más lentamente. El costo de financiarse a corto plazo para esas empresas tocó un máximo de 79,3% el 26 de octubre último y cayó 25 puntos desde entonces, frente a los casi 30 puntos porcentuales que recortó la Leliq en el mismo período.
«Las tasas están siguiendo bastante bien a la Leliq, no sólo para grandes empresas sino un descuento de cheque pyme o cualquier otra línea», dijeron en la mesa de un banco. «Veníamos de rangos que iban de setenta y mucho, varía por el plazo, hasta más de 80 y ahora estamos hablando de una banda amplia que va del 45 al 55% anual», agregaron.
«Para el caso de las líneas activas la correlación con la tasa de política monetaria (otra tasa activa) es más significativa que para las pasivas. Para el caso de una línea de crédito de corto plazo como los adelantos en cuenta se observa una importante contracción del costo para el cliente en lo que va del año», dijeron desde otro banco.
La baja en las tasas, sin embargo, no da aire al otorgamiento de crédito por el momento. Según datos del Informe Monetario del BCRA, actualizados hasta el 8 de este mes, el stock de adelantos en cuenta corriente crece 1,5% en lo que va de 2019 y se contrae 3% en los últimos 30 días. Avanza apenas 7,9% en términos interanuales, lo que compara con una inflación anual que fue del 47,6% el año pasado.
En el caso de documentos, que incluye descuento de cheques, el stock directamente se contrae hasta en términos nominales. Cae 8,8% en lo que va del año, 4,4% en los últimos 30 días y se desploma 17,6% en comparación a un año atrás.
«Enero es estacionalmente el peor mes para el crédito, pero igual podemos decir que el stock no crece, entiendo que por la caída en la actividad económica, la tasa no hizo reaccionar a la demanda, ya lo hará la actividad», dijeron en la misma entidad financiera.
Cuando se va al universo pyme se ve que la baja de tasa también llegó, pero el nivel todavía es alto. «El Banco Nación ofrece una referencia de adelanto con acuerdo del 78% nominal, 112% efectiva, eso es el doble que un plazo fijo, las pymes hacen todo para evitar financiarse», dijo Pedro Cascales, vocero de CAME.