Se estima impacto en combustibles y tarifas. Cuando aún no se había terminado de trasladar a precios la devaluación de 2018, se suma un nuevo salto del tipo de cambio. Confían en herramienta del BCRA
Subió el dólar y, en un contexto en el que la inflación está en niveles elevados y con un dato para febrero que ronda entre el 3,5% y 4%, el traslado a precios de este nuevo aumento al tipo de cambio empieza a echar más leña al fuego.
El dólar subió ayer 4,12% frente al peso, en un contexto dolarización de activos y pérdida de valor de monedas en las economías emergentes pero entre las que la Argentina superó la variación de las demás. Así, el passthrough por el impacto de este incremento ya se empieza a contabilizar, en un contexto en el que el traslado a precios de la devaluación de septiembre del año pasado no se había terminado de pasar.
El impacto se verá en el precio de combustibles, por un lado, y pondrá presión en tarifas de servicios públicos, ambos con efecto multiplicador en los valores de bienes y servicios.
De hecho, en fuentes del sector del transporte público confiaron a El Cronista que si la suba del dólar se traslada al precio del gasoil implicará un incremento de 6%. Así, para el sistema implica unos $ 100 millones por mes, es decir, un 1,3% del costo total del sistema para el área metropolitana. Así, el Estado deberá definir si sumará otras subas al transporte, al anuncio de suba de tarifas programado para marzo (que implican la última parte del cronograma para los primeros tres meses del año) o subsidia esta diferencia, con el impacto fiscal consecuente.
El traslado a precios de esta suba del dólar «va a ser mucho», definió Juan Luis Bour. «El aumento de $ 20 a $ 38 estaba procesándose de a poco, ya que estamos en recesión. Algunos bienes durable todavía tenían que subir algo, aunque no mucho», agregó. De hecho, recordó que parte de esa devaluación estaba por trasladarse a algunos servicios, «pero ahora tenemos un salto de 11% en 4 semanas. Eso es un nuevo shock», afirmó.
Con una inflación que para el primer trimestre varios analistas la calculan en 10%, Bour dijo que esta suba del dólar va a impactar parte en marzo y otra parte lo hará más adelante. «Sin flexibilidad descendente de algunos precios, los ajustes de precios relativos son todos para arriba», señaló.
El punto que hizo que los saltos del dólar del año pasado se fueran trasladando con cierto rezago a los precios fue la recesión: con menos consumo, hubo menos posibilidad de pasar al consumidor las subas. Un análisis del Estudio Broda marca que con una suba del tipo de cambio de más de 90%, una caída de la actividad de alrededor de 10% en las variaciones trimestrales anualizadas (sin tener en cuenta al agro) y una inflación que llegó a un pico de 85,1% en el cálculo anualizado en octubre y que se planea llegue a 35,5% para febrero, el pass-through en una evolución de 10 meses alcanza el 43%.
Para Bárbara Guerezta, de Arriazu Macroanalistas, la inflación de los últimos meses, e incluso en febrero y marzo, es una clara muestra de la depreciación del peso del año pasado. «El caso de la carne es típico: está tratando de volver a una relación de equilibrio con el precio internacional, y eso es consecuencia de aspectos propios del mercado doméstico, pero también del efecto de la depreciación del año pasado», ejemplificó.
Sobre la suba del dólar actual sostuvo que es difícil determinar si se va a trasladar inmediatamente a inflación, «pero en la medida que se consolide el nivel del tipo de cambio en nuevos valores, puede haber más traslado a precios». Y agregó: «Lo que hay que evitar es la competencia entre tipo de cambio e inflación, porque ese espiral termina dañando la economía, los salarios, la pobreza, y no es efectivo para bajar la inflación».
Desde EcoGo, tanto Federico Furiase como Martín Vauthier pusieron el foco en el apretón monetario por parte del Banco Central. «En la medida que se trate de estos factores y la política monetaria mantenga la prudencia y se calibre en función de la demanda de dinero no veo un impacto mayor sobre la inflación, más allá de lo que estamos viendo en lo que va del año con una dinámica de precios acelerada por la devaluación del año pasado, las correcciones en tarifas y factores puntuales como la suba en la carne», sostuvo Vauthier.
Furiase agregó que aún con la suba el dólar se está acercando al centro de la zona de no intervención delimitada por el Banco Central. «No es que desconfigura todo el aumento tarifario», dijo. No obstante, admitió que «cuanto más suba el dólar hay que hay un mayor ajuste tarifario dado que hay costos en dólares en lo que tiene que ver con gas y electricidad»
En ese sentido, resaltó que el BCRA aspiró $ 130.000 millones en los últimos tres días, «mejoró el tipo de cambio real, la tasa real, eso podría llegar a ayudar a estabilizar siempre y cuando el riesgo país no sigan subiendo y mercados internacionales no jueguen una mala pasada como en estos últimos días, teniendo en cuenta que la Argentina tiene una moneda high beta: es decir, mayor sensibilidad al resto frente a un shock externo».