La entidad parece enfrentarse a una virtual pulseada con el agro que especula con una mejor cotización del dólar a medida que pasa el tiempo y se acelera la devaluación
Si las expectativas del Banco Central para “alimentar” las reservas –que ayer cerraron en u$s 30.588 millones– están puestas hoy en el agro, desde hace varios días esa atención bien podría merecer otro destinatario. Porque el sector, que se encuentra en plena etapa de comercialización triguera, parece seguir con atención la nueva política monetaria implementada por Juan Carlos Fábrega, el titular del Banco Central. Por esa razón, mucho del trigo hoy es guardado al costado de la ruta en lugar de ser comercializado. En los últimos meses, pero con mayor intensidad en las últimas semanas del año, se desaceleraron las liquidaciones de dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios. La razón habrá que buscarla en la “aceleración” de la devaluación por parte del BCRA que, según los expertos, ha generado en el sector un esfuerzo extra por “aguantar” la cosecha y meterla en los silo-bolsas.
“Se trata de un elemento legítimo que tienen los productores, ya que ven que su producción sube de precio en pesos a medida que el Banco Central devalúa, y como éste lo hace cada vez más rápido, entonces el incentivo es a guardarse la mercadería”, señala un experto del sector.
Según los números de la Centro de Exportadores de Cereales y la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, a fines de 2013 las liquidaciones de divisas del sector agroexportador fueron u$s 23.200 millones, lo cual representa un leve incremento del 0,6% con relación al 2012. En la última semana se liquidaron u$s 229 millones, un nivel bajo porque hubo menos días hábiles por las fiestas. Para esta fecha, en 2012, se habían liquidado u$s 23.069 millones de dólares.
Es decir que este año apenas se logró superar esa marca, que estuvo muy por debajo del récord de los u$s 25.133 millones de 2011.
“La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate”, sostienen.
De todas formas, al analizar la evolución de los últimos meses, un dato despierta la pregunta: a medida que pasaron las últimas semanas del año, la fuerte diferencia de más de u$s 1.000 millones que el sector acumulaba a favor en cuanto a la liquidación de 2013 versus 2012 se fue achicando hasta quedar virtualmente empatadas. ¿Y ahora?
En el mercado oficial la cotización se movió poco en la primera parte del 2013, pero todo ello cambió con la llegada de Juan Carlos Fábrega a la presidencia del BCRA en noviembre. Si algo quedó en claro a los pocos días de su desembarco en la autoridad monetaria fue su intención devaluatoria. Durante la gestión Fábrega, la divisa estadounidense ganó un 6,2% y en el 2013 acumuló un alza del 32,5%, más que el doble de lo que sumó en 2012, con un alza del 14%. Sin embargo, al anualizar la velocidad de devaluación, ese guarismo se alza a una tasa del 75%.