Buscan contener las expectativas de depreciación, y así la inflación, sobre todo después de agosto, con menos oferta del campo y creciente dolarización
El dato de inflación sorprendió tanto al mercado como al propio Gobierno, que reaccionó rápidamente anunciando un paquete de medidas para apaciguar los ánimos hasta las elecciones, apretando aún más la política monetaria. Aún así, el riesgo país continuó al alza y alcanzó la semana pasada máximos en la era Macri. Los analistas entienden que se busca anclar las expectativas de devaluación para luego poder controlar la inflación. Pero esta semana esa movida será puesta a prueba.
El Banco Central (BCRA) tomó tres medidas: congeló el piso y el techo de la zona de no intervención hasta el 31 de diciembre de este año, tomó la decisión de no comprar dólar por debajo del piso de la zona hasta el 30 de junio de 2019 y finalmente, fomentar la competencia entre bancos.
Para el mercado, estas medidas apuntan directamente a controlar la suba de los precios tanto en la calle como en el mercado cambiario.
Los analistas de Quinquela Fondos sostuvieron en un informe que la principal medida anunciada corrió por cuenta del BCRA, redefiniendo la política cambiaria. La decisión más relevante, apuntaron, fue la de dejar fijo el techo de la zona de no intervención.
«Es una medida que buscar acotar al máximo posible la expectativa de devaluación, en un mercado donde ha quedado claro que cada récord que marca el tipo de cambio se traslada de manera directa a precios y eventuales reversiones posteriores no corren con la misma suerte. Es decir, que los precios se van definiendo en función de los valores máximos de la divisa. Por eso se busca con la posibilidad de intervenir a valores más bajos, acotar las expectativas de devaluación», dijeron los analistas de Quinquela Fondos.
Por su parte, Mateo Reschini, head de research de LBO, coincidió y agregó que el nuevo plan de Guido Sandleris apunta a controlar el tipo de cambio a toda costa.
«Quitar la indexación de piso y techo ayudaría a dar un golpe a las expectativas de inflación que ya no van a tener un mínimo ascendente mes a mes. Esto claramente ayuda a absorción más rápida de pesos en caso de tocar el techo de la zona de no intervención», señaló.
Nery Persichini, gerente de Inversiones de GMA Capital, tiene una visión similar y entiende que el congelamiento de la banda superior en $ 51,45 permite al BCRA anclar un poco mejor las expectativas de depreciación, especialmente después de agosto, cuando se espera que haya menor oferta de dólares desde el campo y una mayor demanda de dolarización de cara a las elecciones.
«Las bandas cambiarias completamente planas, sin pendiente, podrían ser una señal de apreciación real del peso ante un mejor anclaje de expectativas de devaluación. Es decir, una reducción en el tipo de cambio real multilateral producto de un mayor avance de la inflación respecto del ritmo devaluatorio siempre y cuando no hayan grandes movimientos en los tipos de cambios de nuestros principales socios comerciales ni shocks externos relevantes», dijo el gerente de inversiones de GMA Capital.
Finalmente, desde Delphos Investment remarcaron que la idea detrás de las medidas del BCRA sería moderar las expectativas de depreciación para anclar expectativas de inflación, dada la relación entre tipo de cambio e inflación.
«Creemos que podrían ser efectivas para alcanzar el objetivo que se persigue, en ausencia de stress cambiario. Esto se debe a que el recorrido hasta el techo de la ZNI es más corto que lo previamente esperado, por ende, si las perspectivas de un aumento progresivo del tipo de cambio hasta ese nivel, la depreciación y la inflación serían menores a las previamente esperadas», destacaron.