El Gobierno debió dar marcha atrás con la posición que buscaba impedir una suba en los combustibles y finalmente autorizó a las petroleras a aplicar un aumento para la venta al público aunque volvió a imponer topes, como lo hizo durante 2013. Después de una semana de intensas reuniones con todas las empresas del sector ?preocupadas por el impacto que generó la reciente devaluación del peso en sus costos que están dolarizados?, el ministro de Economía, Axel Kicillof, ayer anunció que los incrementos en las naftas y gasoil regirán a partir de hoy y tendrán un techo de 6 por ciento.
Durante una escueta conferencia de prensa (duró apenas 7 minutos), en la que a diferencia de otras no se admitieron preguntas de los periodistas, Kicillof aclaró que el aumento rige sólo para este mes y que en marzo se seguirá negociando a través de una mesa de diálogo que se conformó con toda la cadena de producción petrolera, ?según evolucionen las ventas, los costos locales e internacionales y la demanda?. El funcionario también manifestó que las empresas que ya habían aplicado aumentos que superaran el 6% debían retrotraer la suba hasta ese nivel. ?Compañías como Shell y otras ?como Oil y Petrobras? que aumentaron 12% y hasta más, deberán reacomodar los precios al valor dispuesto según el acuerdo?, indicó.
El acuerdo ?voluntario? llega después de idas y venidas con representantes de la industria y tras una nueva ronda de reuniones que se volvió a repetir ayer en el Palacio de Hacienda, donde Kicillof y su segundo, Emmanuel Alvarez Agis, recibieron al mediodía ?y por separado?, a compañías del upstream de hidrocarburos que se dedican a la exploración y producción (como YPF, Pan American Energy (PAE), Chevron, Total, entre otras) y a firmas del downstream, conocidas en la jerga como refinadoras (como Shell, Oil, Petrobras y Axion ?ex Esso?). El ministro admitió durante la conferencia que los aumentos responden a un alto componente de costos dolarizados e importados en la producción de naftas. No obstante, justificó el elevado nivel de importaciones energéticas a una alta demanda impulsada por el crecimiento económico sin hacer mención a la persistente caída en la producción local de hidrocarburos (tanto de petróleo como de gas). A su vez, tampoco mencionó nada sobre otras alternativas que las empresas dicen estar negociando con el equipo económico. Las petroleras aseguran que el Gobierno podría aplicar un tipo de cambio diferencial para la compra y venta de crudo en el mercado interno. De esta manera, las refinadoras que compran el crudo liviano (denominado Medanito) a las productoras lo harían a un tipo de cambio más conveniente que el actual de $ 8, sin trasladar a precios un fuerte aumento. El problema, admiten en el mercado, es que las compañías que producen serán las que absorban el costo de la devaluación. Según trascendió se está estudiando en retrotraer el valor del dólar al que tenía el 21 de enero ($ 6,88) y mantenerlo invariable hasta el mes de abril. En el Gobierno, no obstante, no confirman estas versiones pero reconocen que en todas las reuniones se les garantizó a las empresas ?previsibilidad?. ?Se les aseguró un tipo de cambio estable en los valores actuales?, señalaron fuentes oficiales a El Cronista.
Con las últimas subas de esta semana en surtidores, el litro de nafta premium supera en algunas localidades del país los $ 13 y el litro de súper, los $ 12. A partir de hoy, los valores deberán estar por debajo de esos máximos.