El Banco Central volvió ayer a mover al mercado a contramano de las expectativas. El dólar mayorista bajó tres centavos a $ 7,88; el contado con liquidación se derrumbó 35 centavos a $ 11,50 y los contratos de dólar futuro perdieron hasta 25 centavos, según el plazo. Las caídas responden al segundo día de vida de una normativa de la autoridad monetaria que forzó a los bancos a liquidar parte de sus activos en dólares y que, ayer, afectó también al blue: perdió 20 centavos y se ofreció a $ 12,35 al final de la rueda. Lo que permaneció invariable fue la caída de reservas, que cedieron u$s 49 millones hasta los u$s 27.802 millones.
La entidad conducida por Juan Carlos Fábrega parece haber recuperado la iniciativa perdida tras devaluar el peso 15% en una sola semana y pagarlo con una pérdida de u$s 2.800 millones de sus reservas durante enero.
Menos de dos semanas después de la devaluación de la moneda doméstica, logró moderar la caída de reservas a fuerza de trabar casi totalmente las compras de divisas de importadores y de elevar los rendimientos de sus letras hasta cerca del 30% para desactivar ?bicicletas? en contra del peso.
Desde el miércoles último, además, puso a los bancos a deshacerse de activos en dólares, lo que dio vuelta el rumbo del mercado.
A través de la comunicación ?A? 5536, Fábrega reinstauró una vieja norma suspendida desde 2006 que establece un techo de exposición a activos en moneda extranjera equivalente al 30% del patrimonio de cada banco. También creó un límite nuevo, del 10% del patrimonio, para la exposición a contratos futuros de pesos contra divisas.
Como el promedio de exposición del mercado era del 62%, con máximos de 140%, los bancos se vieron forzados a liquidar bonos en dólares, contratos futuros y dólares contantes y sonantes para adecuarse a la nueva normativa (la comunicación da cuatro meses para cumplir la nueva reglamentación).
Dos días de la nueva norma generaron una baja generalizada de las distintas cotizaciones del dólar. El mayorista cayó tres centavos ayer, tras bajar 10 centavos el miércoles, y quedó a $ 7,88. El minorista perdió más de 12 centavos en el mismo período y quedó en $ 7,89. Las ventas de bonos en dólares derrumbaron sus precios (ver página 3) y arrastraron consigo al dólar implícito en esos activos: el contado con liqui acumula una pérdida de 84 centavos en dos días y está en $ 11,50.
La ola de ventas también le generó al BCRA ingresos de divisas que, si bien no afectan el nivel total de las arcas, sí elevan las reservas netas que la entidad puede utilizar libremente.
Ayer se operaron sólo u$s 108 millones en el mercado mayorista de contado, de los cuales el BCRA compró alrededor de u$s 20 millones, según voceros de la propia entidad.
Pero la plaza mayorista en general sumó un volumen cercano a los u$s 540 millones, cuando se agregan las operaciones ?MEP? concretadas por u$s 428 millones, de los cuales u$s 415 millones fueron comprados por los hombres de Fábrega.
Estas transacciones se refieren a ventas de dólares que los bancos tienen depositados en el BCRA (son divisas de su propiedad, no son los encajes de los dólares de sus depositantes) y que le entregan a la autoridad monetaria para bajar su exposición a divisas, como establece la nueva normativa.
Ya que las divisas depositadas en el BCRA se computan como parte de las reservas, el nivel total de las tenencias de la entidad no sube (de hecho, baja levemente). Estas compras ?MEP? que hizo el BCRA en las últimas dos ruedas sumaron unos u$s 800 millones a las ?reservas netas? (las reservas, menos los encajes de depósitos y posiciones de bancos en la entidad) que habían cerrado enero en torno a los u$s 18.000 millones.
Ayer, Fábrega participó de una reunión con cerealeras en la que prometieron vender u$s 2.000 millones en el mes para sostener las reservas totales.