La autoridad monetaria encontró un recurso transitorio para frenar el drenaje de reservas.
El Gobierno sigue dando batalla a brazo partido contra el precio del dólar. Esta semana, por caso, el BCRA reflotó una norma que obligó a los bancos a deshacerse de activos en dólares, lo cual logró dar vuelta el rumbo del mercado.
En efecto, pese al cambio de la estrategia monetaria (indujo una fuerte suba de tasas) y cambiaria (de devaluaciones en cuotas pasó a una fuerte devaluación “de una sola vez”, que llevó el oficial a $8), recién al poner un techo de exposición a los activos en moneda extranjera que puede tener un banco pudo frenarse –al menos por el momento- el drenaje de reservas.
El tema es que la respuesta de los bancos a la nueva limitación que le impuso el Central llevó a que cayeran fuertemente los precios de los bonos en dólares, que dio pie a numerosas consultoras –incluso del exterior– a recomendar la compra de estos títulos ante el aumento del rendimiento que ofrecen. Muchos se fijan en el Boden 2015, que ofrece un rendimiento del 15% en moneda dura y vence en septiembre de 2015, antes de las elecciones presidenciales de ese año.
Por otra parte, la autoridad monetaria también impuso serias restricciones a los importadores, que ya no podrían acceder a dólares a través del mercado oficial de cambios.
Lo concreto es que el Gobierno deberá seguir lidiando fuerte para convencer a los operadores –en particular a los exportadores de granos– de vender ya la cosecha y liquidar su producido (dólares). Para ello debe ganar la batalla de las expectativas: que con el actual precio de $8 (que el Gobierno considera “adecuado”) de aquí en más la tasa de interés vaya a superar la tasa de devaluación.
La clave, claro está, es que la fuerte devaluación de los últimos meses no sea trasladada íntegramente a precios. De lo contrario, los $8 nuevamente perderán la condición de “paridad de convergencia” que el Gobierno le quiere dar. Es decir, todo el mundo volverá a sentir que no es competitivo en términos comerciales.
Para ello hay que cerrar la canilla de pesos que pide el sector público con sus enormes déficits.
En materia de bonos, además de los mencionados Boden 2015, se abren oportunidades en algunos bonos en pesos. De hecho, la especulación de la nueva tasa de referencia viene manteniendo en vilo las cotizaciones de los ajustables por tasas de interés. En las próximas semanas el INDEC comenzará a publicar el nuevo IPCNu, que puede significar un quiebre favorable en los bonos ajustables por CER.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/BCRA-gana-protagonismo_0_1081692353.html