A pesar de que en enero se contrajo la base monetaria en $ 13.000 millones, sorprendió la emisión para cubrir el bache fiscal. Llegó a $ 8.500 millones, casi cuatro veces más que el peor enero de la década.
Ayudó a contrarrestar este efecto la necesidad de sacrificar reservas para moderar la evolución del dólar (u$s 1.700 millones) y la esterilización de casi $ 11.000 millones vía Lebac
La emisión monetaria para financiar al sector público superó los $ 8.500 millones en enero pasado y rompió el amperímetro: es la mayor cifra de transferencias al Tesoro para un mes de enero de toda la era post convertibilidad. El nivel de financiamiento al sector público entra en contradicción con la política monetaria contractiva que conduce Juan Carlos Fábrega, titular del Banco Central (BCRA).
Enero suele ser un mes en el que el BCRA queda libre de la necesidad de asistir al Tesoro. En los últimos tres años, el Estado no necesitó de la autoridad monetaria para cerrar sus cuentas: para ver un enero expansivo en materia de financiamiento al sector público hay que remontarse a 2010. Ese año se había establecido el récord de transferencias al Tesoro para un primer mes del año, con una expansión monetaria de $ 2.421 millones por ese motivo, algo más de un cuarto de lo que se emitió en enero de este año.
El salto en las transferencias para financiar el bache fiscal es aún más llamativo si se compara con el también fuerte avance que tuvo la recaudación durante el mes de enero.
“Sorprendió el muy buen desempeño de la recaudación impositiva en enero, que totalizó poco más de $90.000 millones, con un aumento anual del 38%. Pero semejante flujo de ingresos no alcanzó a cubrir las necesidades de fondos de un estado nacional cada vez más voraz, que volvió a solicitar auxilio financiero al BCRA”, analizó el economista Federico Muñoz en un informe. “La emisión monetaria destinada al financiamiento del sector público trepó en enero a $ 8.500 millones. Si no se frena la monetización del déficit fiscal, no habrá suba de tasas que baste para contener al dólar y los precios”, agregó.
En lo que va del año, el titular del BCRA elevó los rendimientos de las letras y notas con las que regula la masa monetaria casi 13 puntos porcentuales con el objeto de elevar las tasas de interés, retirar pesos del mercado y sacarle aire así a la suba del dólar y de los precios.
La inédita expansión monetaria para financiar al Tesoro sorprende más aún en ese contexto. Con todo, el de enero terminó siendo un mes contractivo en términos globales (como suele serlo cada año). A través de Lebac y Nobac, el BCRA esterilizó $ 10.746 millones, que se suman a los $ 7.400 millones que se retiraron a través de pases.
También la intervención de la entidad en el mercado tuvo un fuerte rol contractivo: ventas por más de u$s 1.700 millones para conducir al dólar explicaron una reducción de la base monetaria de $ 12.717 millones. Otros conceptos explicaron, además, una expansión por más de $ 8.942 millones.
El resultado global fue de una contracción del circulante de $ 13.339 millones.
Expectativa por tasas
El BCRA dará a conocer hoy los rendimientos que está dispuesto a pagar por las Lebac. Con la letra a 90 días en 28,8%, hay expectativa entre los bancos para saber si Fábrega considera que las tasas han subido suficiente o no.