El panel líder de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) se hundió a 24.046 unidades. En tanto, los títulos públicos, que operaron con gran volatilidad intradiaria, se desplomaron hasta 12%, después de que el Gobierno iniciara el camino para reestructurar la deuda con inversores y el FMI.
La destrucción de valor no se detiene. Las acciones argentinas líderes de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) se desplomaron hasta 13% este jueves, mientras que los bonos, con una inusitada volatilidad, se derrumbaron hasta 11,8% como reacción al anuncio de un plan para extender los vencimientos de deuda con privados y con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos 100.000 millones de dólares.
La mayor preocupación de los inversores se reflejó en otra suba espiralizada del riesgo país argentino, que alcanzó las 2.272 unidades (200 puntos básicos más que el miércoles), mientras que el costo de asegurar la exposición a la deuda del país se disparó a 4.247 puntos básicos en el mercado de swaps de incumplimiento crediticio (CDS) a cinco años, según IHS Markit.
El Gobierno dijo el miércoles que buscaría prolongar los plazos de las obligaciones para aliviar la presión sobre el dólar y las reservas, en medio de una crisis de confianza por el aumento de la tensión política antes de las elecciones de octubre.
«El mercado no le cree al Gobierno, a juzgar por las paridades en las que se operaron los bonos, nuevamente a la baja, con una enorme volatilidad. La sensación que dio fue que se intenta ´patear la lata, apenas ganar tiempo, y que el mismo problema volverá a corto plazo», analizó el Director de Fin.Guru, Gustavo Neffa.
Para colmo, el reperfilamiento de gran parte de la deuda debe ser tratado por la fuerza electoral opositora «que ha endurecido su postura combativa frente al FMI, nuestro mayor acreedor individual», agregó Neffa.
Con ese complejo clima inversor, y desacoplado del resto de los mercados (Wall Street trepó hasta 1,5%), el índice S&P Merval se hundió un 5,8% a 23.984,83 unidades, su menor nivel desde septiembre de 2017 (medido en pesos).
«El hecho de haber perforado la zona crítica de los 25.000 puntos, habilita ahora si niveles cercanos a los 22.000 puntos», advierten en la plaza.
Sin registrarse ninguna suba, las caídas más relevantes de la jornada las sufrieron los papeles de Transportadora Gas del Norte (-13%); del Grupo Supervielle (-10,4%); del BBVA (-9,4%); y de Mirgor (-9,2%).
El balance general de empresas arrojó 26 alzas y 58 bajas, con ocho acciones sin cambios. El volumen negociado en acciones alcanzó los $887,8 millones.
En Wall Street, salvo algunas excepciones, los ADRs cayeron hasta 7,2% (Supervielle).
A diferencia de los activos bursátiles, el peso cerró con un alza de 0,3% tras un desplome inicial y terminó a $57,90 en el segmento mayorista.
El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, destacó que el plan apunta solo a prolongar los plazos y no implica ninguna pérdida para los inversores. Pero la iniciativa está rodeada de interrogantes, ante la experiencia de otras tortuosas renegociaciones de deuda argentina en el pasado reciente.
En ese sentido, los ahorros de los inversores de fondos comunes de inversión quedaron «atrapados» como consecuencia del anuncio del Gobierno. Más tarde la Comisión Nacional de Valores – junto con la cámara de FCI – aclaró que los ahorristas individuales («personas humanas») que invirtieron en Fondos Comunes que tenían títulos públicos alcanzados por el «reperfilamiento» de la deuda (Letes, Lecaps, Lecer, Lelink) no serán afectados por el diferimiento de pagos. Volverán a poder realizarse los «rescates» de esos fondos una vez que la CNV publique la nueva normativa.
«Son momentos especiales para mejorar la composición de carteras si existe apetencia por alguna empresa de la Bolsa en particular. De lo contrario esperar ya que en el último mes las acciones perdieron lo suficiente para que ante una buena noticia se recuperen de inmediato», indicó el analista Héctor Tavares.
Los activos argentinos se vienen derrumbando después de que el oficialismo sufriera el 11 de agosto una derrota aplastante en las elecciones primarias ante el peronista Alberto Fernández.
Desde inicios de 2018, cuando tocó su máximo en dólares hasta este jueves, la Bolsa acumula una caída del 78,3% en moneda duda, superando al derrape sufrido entre marzo de 2000, y diciembre de 2001 (-68,7%), según datos del economista Mariano Kestelboim.
«A pesar de los problemas, lógicos en una transición controvertida como la nuestra, el valor de los activos argentinos medidos en dólares se encuentran devaluados y en el tiempo, no hay mucho para perder. Sino todo lo contrario», agregó Tavares.
Bonos, con fenomenal volatilidad
En el segmento de renta fija, los principales bonos dolarizados, volvieron a ser duramente castigados, aunque con una gran volatilidad en los títulos más cortos.
Las caídas más pronunciadas las anotaron el bono a 100 años (-11,8%); el Bonar 2024 (-11,5%); y el Bonar 2020 (-10,8%).
Las versiones en dólares de estos bonos terminaron con bajas de -4,5%; -8,5%; y -8,6%, respectivamente.
Fue tan abrupto el cambio de tendencia en las cotizaciones de estos títulos, que permitieron a algunos inversores obtener importantes ganancias intradiarias: «Quien que compró el AO20D en u$s40 el inicio de la rueda y lo vendió en u$s55 pasado el mediodía, se llevó un jugoso 37% en dólares», comentó un operador. Al final, este bono terminó en u$s42,50.
En Europa, los precios de los bonos argentinos cayeron a nuevos mínimos. «Como no tienen el dinero, algún ajuste es necesario», dijo Abhishek Kumar, gerente de cartera de mercados emergentes de State Street Global Advisors.
Por otro lado, los bonos en pesos continuaron con su tendencia bajista retrocediendo, un 13% promedio el tramo corto y un 10% promedio el tramo largo.
Por último, la tasa de las Leliqs saltó al 78,207%, subiendo 322 puntos básicos, mientras que con relación a las letras del tesoro, no hubo precios de referencia en la jornada.