Kicillof dijo que no habrá empalme con el viejo IPC y culpó a empresas por la suba de precios. No se difundieron datos de pobreza e indigencia. El FMI está expectante
El Índice de Precios al Consumidor Nacional urbano (IPCNu) marcó en enero, en su debut, una inflación mensual del 3,7%, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El dato da cuenta del comienzo del sinceramiento de las estadísticas públicas que impulsa el ministro de Economía Axel Kicillof tras siete años de manipulación, pero se trata del incremento de precios más alto desde mayo de 2002 y el cuarto más elevado desde el fin de la convertibilidad.
Los datos estuvieron más en línea con las mediciones privadas, fustigadas por Kicillof, que con el viejo IPC del área metropolitana. El IPCNu mostró variaciones respecto de diciembre del 3,3% en Alimentos y Bebidas, del 4,3% en Equipamiento y mantenimiento del hogar, del 5,9% en Atención médica y salud , del 5,4% en Transporte y comunicaciones y del 4,8% en Esparcimiento, entre otros rubros.
Al desagregar el indicador por productos, se relevaron fuertes variaciones en Fideos (3,9%) y Carnes (3,1%), Productos medicinales, como medicamentos (8,3%), Turismo (10,3%) y Transporte público de pasajeros (13,9%). Esos incrementos coinciden con los relevados por los consultores.
El nuevo indicador fue presentado ayer por la tarde en conferencia de prensa por Kicillof y la cúpula del indec, los directores Ana Edwin y Norberto Itzcovich, en medio de una gran expectativa, en un salón de conferencias del Palacio de Hacienda colmado de trabajadores del Indec y funcionarios de Economía. El IPCNu consta de 6 canastas regionales con 520 variedades y se relevaron 230.000 precios en 13.000 comercios de 146 localidades de todo el país, detalló Itzcovich. Eso lo hace representativo de más del 85% de la población, agregó.
El Indec no publicó ayer las canastas de pobreza e indigencia, que solían acompañar a la difusión del IPC-GBA y también eran discutidas. Según el organismo, la pobreza alcanzaba al 4,7% de la población en diciembre. Al actualizar esa canasta con índices provinciales de inflación, la cantidad ascendía a 23%.
Kicillof, visiblemente incómodo entre Edwin e Itzcovich, aprovechó la presentación para fustigar a las mediciones privadas. “Son índices que tienen un fuerte contenido político”, dijo. No recordó que él fue uno de los primeros críticos a la intervención del Indec por parte del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y quien propuso desde el Cenda conformar un índice alternativo con mediciones provinciales. E insistió en el discurso oficial que responsabiliza a los empresarios por la inflación. “Aumentan por las dudas”, dijo.
El ministro dejó en claro que no habrá empalme ni revisión de las mediciones del antiguo IPC-GBA, tal como reclamaba el Fondo Monetario Internacional (FMI). Argumentó que los índices son incomparables por medir universos distintos y por estar basados en Encuestas de Gastos de Hogares distintas, la de 2004/2005 el viejo y la de 2012/2013 el nuevo. “Entre una Encuesta de Gastos y otra ha cambiado mucho el país”, afirmó. “Era imperioso actualizar el índice de precios. Imperioso”, concluyó.
De todas maneras, en Economía admitieron que sincerar los números del Indec era primordial en el plan económico de Kicillof, que espera que Edwin e Itzcovich den un paso al costado. Él y el secretario de Política Económica, Emmanuel Álvarez Agis, estuvieron encima de la cúpula del Indec. “Este era uno de los ejes. No se podía salir adelante sin esto”, afirmaron cerca del ministro.
En esa línea, el Indec también difundió ayer el Índice de Precios Mayoristas. Este indicador no se discontinuó, pero aumentó sensiblemente. El incremento de enero, del 4,9%, contrasta con los datos de 2013, año en que varió entre 1 y 1,5%.
El nuevo IPC era un reclamo del FMI, que en febrero pasado sancionó al país con una mo ción de censura. Técnicos del organismo participaron de la elaboración del índice. El vocero del Fondo, Gerry Rice, dijo que el directorio “toma nota” de su puesta en marcha.