Ese día vencen casi $25.000 millones de bonos que no fueron «reperfilados». Casi todo está en manos de inversores extranjeros que buscarían dolarizarse
El control de cambios tendrá que sortear algunos escollos para llegar intacto al 10 de diciembre. El más relevante tiene que ver con los vencimientos de títulos en pesos que vencen desde ahora hasta esa fecha. Según estimaciones de mercado, en total se estarán volcando unos $160.000 millones, que en buena parte podrían ser utilizados para comprar dólares (2.600 millones al cambio del contado con liqui). Esto podría aumentar la brecha entre el dólar oficial y el que surge del mercado «libre», es decir en el que no hay restricciones cambiarias.
Según un detallado informe realizado por Consultatio Asset Management, el vencimiento más cercano ocurre el 21 de septiembre. Ese día el Tesoro deberá pagar intereses del Bono de Política Monetaria (Bopomo 2020) por unos $24.600 millones, es decir el equivalente a USD 410 millones. Una parte sustancial de este título está en manos de inversores extranjeros, que seguramente buscarán comprar dólares y sacarlos del mercado local, lo que generaría más presión sobre el «Contado con Liquidación».
El control cambiario -según la implementación que llevó adelante el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza– permite al público comprar hasta USD 10.000 por mes para atesoramiento, como también comprar divisas para viajar al exterior o usar la tarjeta para pagos en dólares. Pero para las empresas e inversores institucionales es mucho más restrictivo: sólo pueden acceder a dólares oficiales para operaciones de comercio exterior o para pagar deuda en divisas. Sin embargo, las «personas jurídicas» que quieran atesorar dólares o girarlos al exterior no podrán acceder al mercado cambiario.
La vía formal que tienen para hacerse de dólares es vía compraventa de bonos o acciones. Ese tipo de cambio implícito en una transacción de estas características se ubica en alrededor de USD 62, contra los USD 56 del mercado mayorista, es decir una brecha de aproximadamente el 10,7%. El consenso es que esta brecha es la más «razonable» en el actual esquema de control cambiario, pero al mismo tiempo existe el peligro de que se agrande a medida que el Tesoro libere más cantidad de pesos por próximos vencimientos.
El dólar «rulo»
Para hacerse de dólares en forma legal, las empresas deben recurrir al mercado bursátil. Allí la operatoria consiste en comprar bonos en pesos y luego venderlos pero en su versión en dólares. La operación más habitual es con el Bonar 2024. A través de este esquema, las compañías pueden hacerse de divisas legalmente, pero pagando un tipo de cambio más elevado.
Si la decisión es directamente girar los dólares al exterior, ya se vuelve todo más caro. La operatoria conocida como «Contado con Liquidación», o CCL, arroja un tipo de cambio implícito del orden de los $66. Consiste en comprar un activo en pesos, pero luego enviarlo al exterior y liquidarlo en un mercado internacional, donde se obtienen dólares. La repetición de ese movimiento el mercado lo bautizó «dolar rulo».
Los inversores extranjeros que cobren en un par de semanas el Bopomo concurrirían masivamente a este mercado y presionarían mucho más la cotización, que ya está 19% por encima del mercado oficial.
La cifra de vencimientos en moneda local ya tiene adentro los bonos en pesos «reperfilados», que sólo se pagarán en un 15% en caso de que estén en manos de compañías, mientras que los inversores individuales (que son la minoría) cobrarán la totalidad.
Los vencimientos de Lecap que hay por delante serían menos complicados, porque muchos de estos títulos están en manos de compañías de seguros y fondos comunes de inversión, que no tienen la posibilidad de comprar dólares. Esos pesos quedan «acorralados» y sólo les quedaría la opción de comprar nuevos títulos en moneda local o efectuar un plazo fijo.
En octubre caen varios vencimientos de Bonos del Tesoro (Bonte) en pesos que sí generarían nuevas presiones cambiarias, ya que en una proporción importante están en manos de extranjeros. Entre las series 2021, 2023 y 2026 el Gobierno deberá enfrentar pagos de intereses por el equivalente a USD 300 millones.
El debut del control cambiario estuvo dentro de lo esperado por el Gobierno. Consiguió mantener al dólar formal estable, redujo a una mínima expresión las intervenciones del Banco Central y la brecha con el dólar «libre» se mantuvo en niveles reducidos.
Pero por delante no son pocos los que ven más presiones para endurecer las reglas actuales, sobre todo si se demora la llegada del nuevo desembolso de USD 5.400 millones del FMI. El Gobierno aspira a poder llegar sin nuevos «retoques» al 10 de diciembre.