Si bien el viernes los títulos se dispararon hasta 21%, podrían seguir subiendo. No obstante, en la City surgieron dudas sobre la aplicación del índice en el CER
Los bonos respondieron con euforia al sinceramiento del gobierno sobre el nivel del índice de inflación y es probable que el entusiasmo se prolongue por algunas ruedas más.
El jueves pasado el ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció que el nuevo IPC había determinado una inflación de 3,7% para enero, un dato muy por encima del 3% con el que fantaseaba el mercado. Esto hizo que los títulos públicos, especialmente aquellos que ajustan por el CER, se catapultaran hasta un 21% el viernes. El entusiasmo se trasladó también a algunos bonos en dólares y a las acciones, activos que además venían de protagonizar fuertes caídas.
La mayor escalada la registró el Discount en pesos, incluso llegó a subir un 22%, seguido muy de cerca por el Par en pesos, que trepó 17,9%. En tanto el PR13 ganó 8,8%.
Los papeles en moneda estadounidense que subieron sumaron hasta un 3,6%, que fue el caso del Bonar 2018, mientras que entre las acciones crecieron 8,4% Pampa y 7,8% Banco Macro.
En general, la primera impresión de los analistas es que el efecto del Índice de Precios al Consumidor Nacional urbano (IPCNu) impulsará aún más a los mercados.
Desde Delphos Investment señalaron que “el efecto de duration se vio reflejado tanto en el Discount como el Par, que tienen menor cupón corriente y un mayor riesgo de tasa”, de manera que la recomendación para quienes prefieran correr menos riesgo es el Bogar 2018.
Según Alejandro Bianchi, gerente de Invertir Online.com, si se anualiza el índice de enero la inflación del año será de casi 50%, por lo que si los bonos recién se apreciaron un 20% “todavía les queda recorrido”. No obstante el especialista aclaró que prefiere esperar a que el gobierno confirme que el CER pasará a calcularse mediante el IPCNu.
Jorge Alberti, de Elaccionista.com, también se refirió al tema: “Está en discusión si el IPCNu se aplicará al CER. Sería un mamarracho que después de asumir una inflación más alta no se lo utilizara para pagar los intereses”.
Es que una decisión de este tipo tiraría por la borda las últimas estrategias oficiales para encaminar la economía, como la suba de tasas, la esterilización de pesos o la devaluación de la moneda doméstica, pero principalmente decepcionaría a los mercados internacionales. El reconocimiento de un alza de los precios significa recibir un visto bueno por parte del FMI y el Club de París, piezas fundamentales para que el país se reincerte en el mercado internacional.
“La noticia constituye el signo más concreto hasta el momento de que el gobierno está dispuesto a abandonar las políticas que mantuvieron alejados a los inversores durante más de un decenio”, destacaron desde una agencia internacional.
Sin embargo Alberti recordó que los precios de los títulos públicos volaron el viernes, una tendencia que demuestra que los tenedores de bonos dan por sentado que los intereses que recibirán por la inversión será ajustada por el IPCNu.
En la misma línea, un operador sostuvo que cuando la noticia es demasiado buena el mercado empieza a sospechar.
Por otra parte, en el exterior no existen dudas sobre el mejoramiento de los pagos de los bonos en pesos. De hecho, agencias internacionales prevén que la suba local beneficiará una recuperación de los mercados emergentes.
“Finalmente Argentina se sincera e imprime una cifra monstruosa de inflación de un mes a otro obedeciendo al FMI”, dijo a Bloomberg Donato Guarino, estratega de Barclays. A su vez la fuente remató: “En este caso, la mala noticia es buena. Un número malo para la inflación que disparará una recuperación”.