Por Pablo Cofano – CEO & Founder – ROMA Management.
Infinidad de proyectos inmobiliarios se llevan a cabo en nuestra región, pero pocas veces nos detenemos a observar cuáles son los diferenciales y conceptos que cada uno de ellos presenta. Si bien la mayoría de los desarrollos cumplen con el fin primario de generar viviendas, pocos aportan un verdadero valor agregado.
Pablo Cofano, CEO de Roma Management Inmobiliario, nos habla de la necesidad de repensar la forma en la que se conciben y se ejecutan los proyectos. Señala: “debemos partir de una premisa fundamental que consiste en establecer cuál es el público meta. ¿A quién está dirigido nuestro producto? Resulta vital analizar en profundidad las variables del target y, cuando hablamos de variables, no sólo nos referimos al nivel socio-económico o aspectos demográficos, sino que implica ponernos en el lugar del potencial cliente. Tenemos que preguntarnos ¿cuáles son sus sueños?, ¿qué lo motiva?, ¿cuáles son sus valores?, ¿qué espera de una vivienda?… Ese es el primer paso para enfocar bien nuestro proyecto. Una vez analizado y definido este punto, pasaremos a la etapa de definición de concepto y valor.” Cofano pone especial énfasis en este momento porque es cuando se define qué características y diferenciales presentará el desarrollo. Asegura: “No todas las personas buscan lo mismo. Por ejemplo, si nos dirigimos a un público joven debemos tener en cuenta que en ese segmento se valoran más los espacios comunes y las amenidades que los metros cuadrados individuales. Esta audiencia se ve atraída, además, por cuestiones relacionadas con la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente. En cambio, si apuntamos a un público más adulto, estas características podrán transformarse en indiferentes o hasta ser contraproducentes en algunos casos. Ninguna decisión es buena o mala en abstracto, es necesario evaluarla en el plano real y sustentarla en la experiencia.”
Una vez encausados estos ejes, llega el momento de concretar el proyecto. Cofano sostiene: “es preferible concentrarse en algunos aspectos específicos, no sólo por una cuestión económica sino también por razones estratégicas. Por ejemplo, tenemos que pensar: ¿conviene poner énfasis en una pileta y quincho o es mejor ofrecer otro tipo de espacio, como ser un bar o un co-working? Las respuestas a estos interrogantes estarán dadas por los gustos y preferencias de nuestro target. Sólo si estamos alineados con sus expectativas, estaremos ofreciendo un verdadero valor agregado. Y hay un ingrediente infalible si queremos resaltar y destacarnos de nuestros competidores: la creatividad. Sólo a través de ella, lograremos captar la atención de la audiencia, marcar la diferencia y alcanzar el éxito buscado.”
Todos los indicadores señalan que llegó la hora de subir la vara y generar más y mejores propuestas en el sector. ¿Estaremos preparados para asumir este reto?